Al entrar a estudiar Economía y Negocios hay que tener fe, claridad en los objetivos, metas, ambición prudente (hay solo un Bill Gate y “el éxito es ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”, decía Churchill. No ambiciones fortunas). En el running es lo mismo. ¿Cuál es tu objetivo? ¿Ser campeón, tiempo, mantener tu estado físico, salud? En los estudios en la Facultad hay que ser perseverante, tener fe, hacer del estudio una rutina, dedicar muchas horas a leer, capacitarse continuamente e ir venciendo los obstáculos uno a uno (“los obstáculos están para ser vencidos” me enseñaron en mi Servicio Militar que lo hice mientras estudiaba en la Facultad), pasar ramo por ramo. En el running es lo mismo, hay que fijar objetivos claros, tener fe, ser perseverante, entrenar. Que quiero ¿ser campeón y ganarles a todos? ¿mantener mis tiempos? ¿mantener mi estado de salud y conectarme con hábitos de nutrición? ¿ disfrutar y ser feliz? En los estudios y en el running hay que ser perseverante en estudiar y en el entrenamiento. Si terminas bien los 10K, los 21K o los 42K (y ahora más en las carreras extremas) es porque entrenaste meses. “Lo importante es entrenar, ahora si me ponen el domingo es un premio decía el destacado futbolista Marcelo Salas”.
Otro aspecto que unen al running con los negocios es la ética, la honradez. Debes pasar ramo a ramo honestamente. El que hace trampa pierde, es descalificado. En la vida y en el deporte “el juego limpio”, ser honrado, tener la ética como principio, es el camino del éxito y la felicidad (los bonos basura, lo que vemos a diario en estos días es un rompimiento de las reglas “limpias”, principio esencial de la economía). Las ambiciones desmedidas en los negocios y en el running nos llevan al fracaso. Si quieres perseverar en el tiempo debe ser prudente. No ambiciones ser millonario, solo mantenerte y ser feliz (los campeones del éxito rápido pronto se quedan en el camino al igual que en el deporte). Los negocios no son fáciles. Busca tu nicho y trabaja perseverante como en el running. Cuando escuchas la música al final de la carrera donde la mente más que lo físico es la que te lleva a la meta y sientes una enorme felicidad en cruzarla es la misma satisfacción cuando creas un negocio, eres perseverante, honrado, con ambiciones prudentes y logras mantenerlo. Dios te dará tranquilidad y paz y formaras parte del “ejército” de pequeños emprendedores que no son ricos ni famosos pero son los que mueven Chile.
Ing. Jaime Calderón Riveros