viernes, 9 de julio de 2021

Director Tecnológico en Salud

La tecnología y la prevención van a ser ejes centrales de una política pública en salud cuyo objetivo es enfrentar las nuevas enfermedades donde el Estado por intermedio del Ministerio de Salud debe jugar un rol protagónico. El médico de familia, los planes preventivos cómo fomento del deporte, alimentación saludable una de cuyas herramientas es la ley de etiquetado, un sistema nacional preventivo por intermedio de los centros de salud municipales, mutuales y hospitales son esenciales en enfrentar los graves problemas de obesidad infantil, alcoholismo juvenil, enfermedades mentales entre otros graves problemas de la salud pública. La tecnología está efectuando un importante aporte a la medicina , cómo el desarrollo del diagnóstico por de imágenes que permite detectar en forma precoz enfermedades, la robótica que con el avance de la inteligencia artificial permite tener la experiencia no de uno sino de miles de cirujanos y operar en forma más precisa y con menor tiempo de recuperación, la nanotecnología que permite administrar  fármacos en forma más precisa y efectiva son ejemplos  que van a cambiar los paradigmas de la medicina del futuro.

¿Estamos en Chile enfrentando este vertiginoso cambio en forma eficiente? ¿Estamos preparados para incorporar estos cambios a nuestro sistema sanitario?

Se debe mejorar mucha la gestión en salud  cómo lo demuestran estudios de la Comisión de Productividad que menciona que con solo U$ 100 millones se pueden aumentar en 126 mil  las cirugías solo con el uso racional de pabellones o el Observatorio Fiscal que en un estudio de 56 hospitales públicos menciona que se pueden producir ahorros del 10% solo con una mejor gestión de los recursos e incluso la Fiscalía Económica habla del Sobre Gasto Público.

Cómo compatibilizar los intereses de los médicos para que efectúen en forma efectiva su función, los arquitectos encargados del diseño arquitectónico hospitalario y su relación con el medio ambiente, los ingenieros y economistas encargados de la racionalidad en el uso de recursos, de los profesionales de la salud en sus distintas áreas, de los ingenieros biomédicos y técnicos cada vez más importantes por el desarrollo de las tecnologías. Problema complejo porque al centro está el ser humano y la salud afecta la esencia del hombre que es la vida misma.

¿Hemos hecho bien las cosas cómo cuando vemos millonarias inversiones en equipamiento con gasto público y los equipos quedan en bodega porque no se presupuestó el costo de los operadores? ¿Está bien diseñado un hospital, cómo el Hospital Militar de Santiago, con una inversión de más de U$ 130 millones visada por el Mopt, que no tiene pasillos de circulación independiente de médicos y pacientes cómo lo estipula la normativa sanitaria? ¿Es buen uso de recursos construir un gran Hospital en Punta Arenas con vista al Estrecho de Magallanes, en un sector medio-alto, lejos de su público objetivo y de difícil acceso, sobredimensionado? ¿Es racional implementar un proyecto de un Hospital Digital, sin duda el hospital del futuro, sin tener implementada la ficha única, insumo esencial? ¿Es racional que nuestros Carabineros tengan un hospital en la periferia, lejos de donde viven y otro cerca de la medios de transporte? (en alguna oportunidad estaba el scanner en un hospital y el Servicio de Neurocirugía en otro) ¿Quién determina cuando una nueva tecnología es un real aporte?  Desde la racionalidad de la ingeniería cuesta entender tanto mal uso de recursos y mucho voluntarismo en desarrollar grandes proyectos en salud.

El desarrollo de la medicina, de la arquitectura, de la ingeniería, de la tecnología nos plantea un nuevo e importante desafío en el desarrollo de los nuevos proyectos en salud que hace incorporar a los cuadros directivos a especialistas que mejoren la toma de decisiones, tanto en el sector púbico y privado.

 

                                                               Ing. Jaime Calderón Riveros

 

Santiago, julio 9, 2021