viernes, 18 de octubre de 2013

Arquitectura de un plan decenal para una Reforma de la Salud

En esta época de proposiciones que vivimos en Chile con motivo de la próxima elección Presidencial, todos los candidatos hablan de la Salud como uno de los temas centrales de sus programas. La Salud es un derecho esencial en la vida humana y se le define como “un estado de equilibrio orgánico”. La discusión del tema Salud esta cruzada por muchos dogmatismos, falta de una mayor discusión académica y de centros de investigación, intereses corporativos, falta de una “arquitectura” entre otros. Los chilenos debemos ser capaces de avanzar, superar nuestras legítimas diferencias y proponer un Sistema de Salud de beneficio de todos. El primer eje de un sistema de salud moderno es la prevención donde deben orientarse los recursos y debe ser lo central de una política pública. Un buen ejemplo es la extraordinaria labor desarrollada por los Hospitales de Accidentes del Trabajo que han bajado significativamente los índices de siniestralidad laboral mediante capacitación e incentivos, los programas de leche materno-infantil de directo impacto en los recién nacidos, “Elije Vivir Sano” con incentivo en el deporte y combate al sedentarismo. Bajar los índices de sobrepeso, sedentarismo, accidentes caseros y de tránsito mediante objetivos específicos bi-anuales, tri-anuales con cumplimiento de metas específicas debe ser un eje central de una política pública en salud. Un segundo eje sustantivo es modernizar el aparato público en Salud dotando a los Hospitales Públicos y Servicios de Salud de Directorios, Gerentes con participación de la “comunidad viva” (Municipalidades, Grupos Organizados y otros) y en base a objetivos específicos, productividad de los recursos invertidos, “ingeniería” en el desarrollo de los proyectos públicos. El gasto en salud se ha duplicado en el último decenio pero ¿se ha invertido con racionalidad y eficiencia? Seguir aumentando el gasto sin modernizar el aparato del Estado es invertir en “un hoyo negro” que se traduce en un mal uso de recursos. Los sistemas de Concesiones van en el sentido correcto. Un tercer eje de una política pública en Salud es la conservación del medio ambiente y entender que su atropello afecta la vida humana que debemos proteger. La contaminación de aguas, eliminación de bosques, intervención desproporcionada de nuestros recursos naturales afecta la Salud de las personas y debe ser otro eje de un programa público en salud. Un cuarto eje que en mi opinión es la piedra angular para hacer un sistema de salud justo, igualitario y solidario, es la orientación de los recursos a una cuenta individual que permita a las personas elegir libremente donde atenderse y pudiendo el Estado canalizar subsidios directos a los más desprotegidos. El 80% de los pacientes están “cautivos” por el Fonasa y el mayor crecimiento está en la “libre elección”. Estas cuentas individuales administradas por Seguros Públicos y Privados permitiendo orientar recursos eficientemente mediante políticas de premio-castigo. Es aquí donde está la real reforma de un sistema de salud: la capacidad de elegir libremente. Un quinto eje es el Estatuto de los Trabajadores que permita movilidad laboral, carrera funcionaria, capacitación y oportunidad de crecimiento para los trabajadores de la salud. Un sexto eje de una política pública en Salud es la tecnología que representa alrededor del 40% de un proyecto en salud y que permite solucionar problemas en forma ambulatoria disminuyendo días camas y haciendo más eficiente el gasto. El sector salud es donde mejor confluye la industria médica y ciencia. Sin embargo , existen en esta área “incentivos perversos” que debe ser corregida con una enérgica política de Estado permitiendo captar recursos privados que en conjunto con una adecuada política pública permita canalizar estos recursos por intermedio de las Sociedades Científicas orientándolos a la capacitación de especialistas y efectuando programas de atención en todo Chile.



Ing. Jaime Calderón Riveros
Santiago, 18 de octubre de 2013

jueves, 18 de julio de 2013

Los pilares de un sistema de salud

Se define la Salud como un equilibrio orgánico y afecta lo más esencial del ser humano que es la vida misma, por lo que su análisis no siempre sigue la lógica racional de un servicio. La Salud es un derecho inherente al ser humano y su acceso debería ser oportuno, igualitario y veraz. El funcionamiento de un sistema de salud cae en los parámetros de la Economía de la Salud siendo los usuarios los pacientes y profesionales de la salud. El primer eje de un sistema de salud debe ser la prevención y un buen ejemplo son los Hospitales de Accidentes del Trabajo que han bajado sustantivamente la siniestralidad y accidentes laborales mediante capacitación, incentivos, etc. Otro ejemplo son los programas públicos  de leche maternal por su positivo impacto en los recién nacidos. La racionalización del gasto implica definir claramente los principales problemas de salud pública como diabetes, accidentes laborales, problemas cardiovasculares, sedentarismo, obesidad y otros y fijar metas bi-anuales, tri-anuales o quinquenales con el objeto de racionalizar el gasto. Otro aspecto esencial a considerar y en mi opinión es la piedra angular para la real reforma  de un sistema de salud es la cuenta individual como un mecanismo de ahorro y forma  de canalizar los recursos a las personas para que estos puedan elegir libremente donde atenderse. El 80% de los pacientes en el sistema de salud en Chile están “cautivos” por el sistema público produce un enorme colapso en el sistema público. Esta cuenta, administrada por instituciones controladas permite canalizar eficientemente los subsidios mediante sistemas de premio-castigo con incentivo en la prevención. Otro pilar fundamental es la modernización del aparato público en salud creando Directorios, Gerentes que permitan transformar los hospitales públicos en organizaciones eficientes en base a resultados y las Concesiones Hospitalarias que permiten maximizar recursos. Se necesita mucha ingeniería en Salud. El “Estatuto de los Trabajadores”  que permita crear una carrera funcionaria y movilidad laboral es otro aspecto a considerar en una auténtica reforma haciéndolo participar en los resultados económicos. La inversión del gasto en salud debe estar focalizado en la prevención midiendo la productividad de los recursos invertidos es un aspecto básico de una política pública en salud. Un plan garantizado en salud es un mecanismo correcto  en las  asignación de recursos pero este debe estar orientado a las personas y canalizando recursos a ellos en su cuenta individual  para que elijan libremente. No sirve un plan garantizado si es captado por el monopolio Estatal que se traduce en largas listas de espera. La tecnología que representa alrededor del 40% de un proyecto en salud permite tratar procedimientos en forma ambulatoria en forma eficiente. Hay aquí fuertes distorsiones que es necesario corregir “incentivos perversos” (fácilmente un 30% de la tecnología incorporada es basura tecnológica). Sin embargo en el campo de la salud es donde mejor confluyen industria médica y ciencia por lo que canalizando los recursos a una institución público-privada en conjunto con las Sociedades Científicas es una fuente de recursos para disminuir el problema de especialistas por ejemplo. En suma, los aspectos esenciales para tener un acceso igualitario a la Salud son orientar el gasto a la prevención, la cuenta individual que es una herramienta de incentivo y ahorro canalizando los subsidios para que los pacientes puedan elegir libremente, las concesiones hospitalarias que permiten aumentar la oferta y maximizar recursos, la modernización del aparato público son los ejes centrales de una real reforma de la salud. Miguel Kast se adelantó 30 años al colapso de los sistemas previsionales de reparto en crisis hoy, Ricardo Lagos tuvo la visión de adelantarse y establecer el sistema de Concesiones de autopistas (que sería nuestra s ciudades sin ellas) pregunto ¿quién va a ser  el líder que plantee el tema de la salud con una visión de Estado en beneficio de todos los chilenos?





Ing. Jaime Calderón Riveros 


 

Santiago, julio 12, 2013