En un proyecto en
salud la tecnología y equipamiento representa fácilmente el 40% del costo de la
inversión total. Los prestadores privados tienen Directores Médicos y Gerentes,
Gerentes de Compras, Enfermeras Coordinadoras lo que mejora notablemente la
toma de decisiones en los rubros de recursos humanos, inversiones, finanzas,
proyectos y otros mejorando la gestión. El sector público tiene un conjunto de
complejidades que dificultan un uso racional de recursos. Hospitales sin
Gerentes (tienen Directores Médicos y Sub-Directores Administrativos), un
sistema de definición de las bases técnicas muy disgregado y poco racional
donde la Unidad de Inversiones del Ministerio de Salud es poco lo que puede
hacer, una unidad de compras (Chile Compra) que cumple una labor administrativa
en la toma de decisiones de inversiones públicas sin poder intervenir en su
mejora, una Central de Abastecimientos orientada esencialmente a la compra de
medicamentos que abandonó su función de compras públicas como fue
históricamente. Todo esto se traduce en un sobre costo en la inversión que por
el volumen de compras públicas no deja de ser significativo. En estos días
vemos millonarias compras por el tema de la pandemia Convit-19 ¿Quién certifica
que las compras están bien hechas?
El sector salud es de
alta complejidad donde intervienen médicos, salubristas públicos, economistas
de la salud, administradores, enfermeras, arquitectos, proveedores,
laboratorios, sociedades científicas entre otros cada uno con su particular visión profesional
y de interés particular. Desde el punto de vista de la racionalidad de la
ingeniería es difícil de entender y un ejemplo es el informe de Productividad Hospitalaria
que hizo un estudio de 12 hospitales con más de 80 mil cirugías que fue entregada al Presidente de la República y
concluye que con sólo U$ 100 millones de
dólares inversión se podría aumentar en 126 mil las nuevas cirugías donde el
uso de los pabellones quirúrgicos es sólo del 53%, estando muy subutilizados.
Chile Compra estaba
haciendo un estudio de definición de las bases técnicas en conjunto con
proveedores hace unos años, trabajo que desgraciadamente no siguió
efectuándose. En mi opinión lo que necesita es una “re-ingeniería” total del
sector salud y esta pandemia es una oportunidad de diseñar un “Sistema Nacional
de Salud” con mayor racionalidad. En esta presentación quiero presentar algunas
sugerencias concretas que permitan mejorar la toma de decisiones en las compras
públicas.
1)
Chile Compra
En mi
opinión debe racionar el llamado a Licitaciones Públicas determinado ítem más
específicos:
-
Un ítem de
“grandes inversiones” como son las compras de Resonadores Magnéticos,
Tomógrafos Computarizados (scanner), sistemas robóticos de uso médico y en
general, grandes inversiones tecnológicas. En mi opinión, y recogiendo la
experiencia internacional, esto debe ser manejado por el Gobierno Central por
intermedio de la Central de Abastecimientos y es muy práctico citar a los proveedores
en conjunto que expongan en un tiempo
acotado, sentando a los compradores a escuchar y de esta forma se racionaliza
la inversión (evitando la comparación de equipos compactos con equipos mayores
por ejemplo, que se presta para malas comparaciones y evita interferencias
indebidas).
-
Un ítem “equipos
intermedios de uso médico” como son los ecográfos, microscopios
quirúrgicos, equipos de rayos, equipos para oftalmología, ORL, ginecología,
cirugía plástica y diversas especialidades, equipos láser en sus diversas
aplicaciones médicas. En este rubro es “sustantivo” las correctas definiciones
técnicas del llamado a licitaciones donde hay graves falencias que distorsionan
la toma de decisiones produciendo un enorme sobre gasto (en un pabellón
intermedio no se justifica incorporar un microscopio de alta gama por ejemplo)
¿Cómo se mejora esta toma de
decisiones? Es sustantivo un trabajo y capacitación de la Unidad de Inversiones
del Ministerio de Salud quien, en mi opinión, debe liderar este proceso en conjunto
con la Central de Abastecimientos, Chile Compra, las Sociedades Científicas y
los proveedores. Posteriormente deben ser capacitadas todas las unidades
técnicas del Servicio Nacional de Salud fijándole directrices genéricas
estableciendo los conflictos de interés (ser socios de empresas proveedoras por
ejemplo o trasparentar los dueños de los prestadores para controlar el exceso
de exámenes innecesarios).
¿Cómo funciona en la práctica la
toma de decisiones actual? Lo usual es entregar un catálogo de un laboratorio
y/o empresa médica al usuario quien lo copia y llama a licitación. En muchas
ocasiones estas decisiones está influenciadas por el financiamiento de
Congresos Médicos y los compromisos comerciales ahí generados (esto se
distribuye en distintas unidades y los “creativos” van agregando requerimientos
y por ahí alguien se equivoca, obvio si no conoce el tema, y le agrega un cero
y sale la licitación por un equipo de
200 watts que no existe porque era de 20 watts. Es lo real). En mi opinión, el
financiamiento de los Congresos Médicos deberían ser manejados por el
Ministerio de Salud mediante licitaciones y es una fuente de recursos para la
formación de especialistas evitando de esta forma los compromisos comerciales
(se han hecho Congresos hasta en la Isla de Pascua donde finalmente son los
pacientes los que financian por el sobre precio de los insumos). El
financiamiento de congresos médicos es un serio problema que debe ser abordado.
Un tercer ítem que debe clasificar
Chile Compra son “insumos, instrumental y dispositivos médicos”
donde, en mi opinión, se debe hacer un trabajo en conjunto con la Central de
Abastecimientos estableciendo un “Registro de Proveedores” dando importancia a
la antigüedad, servicio, adjudicaciones incentivando la competencia (en contra
de los monopolios) y fortaleciendo la industria médica con puntajes anuales
evitando la proliferación de oferentes (un ejemplo es hoy con los suministros
para la pandemia donde “brotan” los proveedores, muchos que jamás han
participado en el rubro). Este es un trabajo que debe hacer Chile Compra en
conjunto con la Central de Abastecimientos, los proveedores y las Sociedades
Científicas.
Un ejemplo son los famosos
“comodatos” en que se entrega equipamiento sin costo versus compromiso de compra
de los insumos que son vendidos con “sobreprecio” que en definitiva lo pagan
los pacientes. En mi opinión, en el sector público esta práctica es un
incentivo perverso y en el sector privado es falta a la ética ¿es racional que
los pacientes financien el equipamiento pagando un sobreprecio por los insumos?
2)
Central de Abastecimientos
Es el organismo central de compras públicas y en mi opinión debe jugar
un rol sustantivo en el ahorro público. Es complejo en la burocracia del Estado
coordinar unidades como el Departamento Inversiones del Ministerio de Salud,
Chile Compra, Proveedores, los distintos Servicios de Salud en todo Chile, las
Sociedades Científicas (y sus particulares intereses) pero debemos hacer un
esfuerzo en el marco de la Modernización del Estado donde Hacienda debe jugar
un rol porque es el que pone los recursos.
En mi opinión debería existir un “Registro Nacional de Proveedores” en
distintos niveles como se mencionó anteriormente:
-
Grandes
inversiones en salud
-
Equipos
intermedios de uso médico
-
Insumos,
instrumental y dispositivos médicos.
-
Arquitectura
Hospitalaria
Este Registro Nacional de
Proveedores debe tener criterios como la antigüedad, puntaje por
adjudicaciones, incentivar la competencia y no los monopolios (exclusividades),
garantías anuales por participar en la licitaciones en función al rubro
otorgando la Central de Abastecimientos un Certificado que le permita
participar en las Licitaciones (hoy es un negocio bancario), declaración de intereses
entre otros. Esta era la forma de operar hace años y era de mayor trasparencia.
3)
Ministerio de Salud
El
Ministerio de Salud por intermedio de su Departamento Inversiones no debe estar
ajeno a esta toma de decisiones y en conjunto con Hacienda debe liderar esta
Modernización del Sector Salud que produce importantes ahorros públicos.
En
esta modernización debe estar incorporado la Unidad de Arquitectura
Hospitalaria que debe supervisar y racionalizar los proyectos hospitalarios
donde hay hospitales sobre dimensionados, mal diseñados, mal ubicados que
obviamente incide en los costos en salud
Esta presentación
tiene por objeto presentar una visión desde la perspectiva de la ingeniería
donde tengo más de 30 años de experiencia y he visto grandes proyectos exitosos
y grandes irracionalidades en la inversión en salud.
Ing.
Jaime Calderón Riveros Santiago, abril del 2020
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