martes, 27 de agosto de 2024

Salud, ingeniería y pacientes

La reciente noticia de los pacientes en lista de espera borrados en el sistema público, aunque involuntario, es una arista más del grave problema de la salud en Chile. Cómo país ¿estamos atendiendo a nuestros pacientes en forma oportuna, eficiente e igualitaria sin discriminaciones, como lo determina el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos suscrito por Chile? Entre 1990 y 2012 hemos duplicado el PIB en salud e incrementado significativamente el gasto como lo informa la Dirección de Presupuesto y tenemos un grave problema en la salud pública a pesar que construimos hospitales, invertimos en equipamiento y, según informes de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, tenemos más de dos millones de pacientes en lista de espera, un grave incumplimiento de en las garantías Ges del Estado con más de ochenta y cinco mil atrasos y lo más grave, más de diez y siete mil pacientes con cáncer no atendidos oportunamente ¿Vamos a permanecer indiferentes?

En primer término, debemos definir que la salud es un problema multidisciplinario en que participan una variedad de profesionales entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos, profesionales de la salud, arquitectos, ingenieros y economistas. Es un problema complejo de abordar porque afecta lo esencial del ser humano, que es la vida misma. No debemos confundir medicina, que es sanar con salud que es equilibrio orgánico, ausencia de enfermedades.

La salud no ha avanzado de acuerdo con el extraordinario avance que ha tenido Chile en los últimos decenios donde hemos quintuplicado el PIB, la tasa de pobreza bajo cinco veces a la existente en los 90´s. El sector no ha progresado producto de una serie de variables como la excesiva injerencia de los gremios de la salud que se oponen a los cambios y la modernización, la politización del sector, la inacción del ejecutivo en mejorar el sistema como, por ejemplo, nunca se corrigió las graves deficiencias del sistema de reajustabilidad del sector privado, mucho voluntarismo, improvisación y parches en las decisiones de políticas públicas donde falta una política de Estado.

La situación jurídica que ha afectado gravemente el sistema de salud chileno es un problema de larga data. En los años 2000 varios ministros de la Corte hicieron ver que el sistema privado tenía graves problemas de reajustabilidad que había que corregir, lo que nunca se hizo por el ejecutivo ni por el legislativo. Esto terminó en la Resolución del Tribunal Constitucional del año 2010 que abrió la puerta de la judicialización del sector que atochó de causas en la Corte y fue el origen de la sentencia de la Tercera Sala de la Corte Suprema del 2022, extralimitándose en sus atribuciones, como lo hizo ver el Observatorio Judicial, pasando el problema al ejecutivo lo que ha tenido graves repercusiones en la salud pública y privada, situación no resuelta hasta hoy.

¿Cómo resolver el problema que afecta al sistema de salud chileno? Lo primero que debemos que tener presente que es el paciente el objeto en un sistema de salud, el gran olvidado por decenios.

Es el Estado por intermedio del Ministerio de Salud el rector de las políticas públicas en salud, como quedó demostrado en la pandemia. Pero no un Estado con una visión y estructura orgánica de los años 50’s, sino un Estado moderno, incorporando la tecnología y las herramientas de la administración y economía modernas con una estructura orgánica con vicepresidencias ejecutivas, un comité asesor consultivo multidisciplinario, un ministro con una visión de Estado macro, hospitales con directorios y gerencias como unidades económicas incorporando la variable productividad y a los trabajadores en el directorio, enfocados a mejorar la gestión que permita captar recursos públicos, privados y de las sociedades de beneficencia.

Crear un “Sistema Nacional Preventivo en Salud” y concesionarlo, coordinando en trabajo de los Centros de Salud Familiar (Cesfam), las mutualidades y la red hospitalaria pública y privada, incentivando la inversión. Invertir en prevención se traduce en fuertes ahorros públicos y es la forma severa para abordar el grave problema de la obesidad infantil, alcoholismo juvenil, salud mental, cáncer entre otros. Exámenes como la mamografía, colonoscopia, ecotomografía, diagnóstico por imágenes deben ser financiados en un acuerdo público y privado con el objeto de que los pacientes tengan un acceso oportuno, igualitario sin restricciones económicas.

Modernizar Fonasa orientándolo como un seguro público que financie a los pacientes para que estos tengan acceso a los servicios de salud sin discriminación alguna, económica, preexistencia y los pacientes tengan la libertad de elegir libremente el prestador. Esta es la “piedra angular” que “de por sí” mejora la asignación de recursos. Establecer un sistema independiente digitalizado de licencias médicas. Es inconcebible que con el desarrollo de la tecnología actual existan tantos fraudes en licencias médicas. El fondo único no parece ser una buena política de Estado de asignación de recursos y afecta severamente y empobrece a la clase media.

Un sistema de seguridad social moderno dando legitimidad a un sistema público y privado en salud pensado en el avance de la medicina, la mutación de enfermedades, el desarrollo de la tecnología poniendo al paciente al centro de toda política pública salud. En Chile existe un sistema mixto en salud donde el 52% de las atenciones médicas son atendidas por el sector privado y con solo el 20% de las camas este atende el 47% de las atenciones totales. Incrementar la productividad del sector público mejorando remuneraciones e incentivos. Construir la ficha única es un gran desafío de la ingeniería informática para construir el anhelado hospital digital.

Hay que “pensar en grande” en salud en un trabajo multidisciplinario con un criterio de Estado construyendo un sistema mixto, dejando los ideologismos que tanto daño le hacen al sector, tenemos la oportunidad única e histórica de construir un buen sistema de salud como se hizo con la modernización del SII, el programa de concesiones de carreteras que nos tiene como el más avanzado de América Latina, ¿por qué no vamos a ser capaces de construir un buen sistema de salud que trascienda por décadas?


Jaime Calderón Riveros
Ingeniero Comercial



Pd. Este artículo está inspirado en los más de diez y siete mil pacientes con cáncer en listas de espera y la inacción del ejecutivo en desarrollar un buen sistema preventivo, donde el cáncer hoy es la primera causa de muerte en Chile.


Santiago, agosto, 2024

Artículo publicado en El Libero el 8 de setiembre del 2024