Investigadores de la Universidad Technion de Israel han desarrollado una tecnología para transportar drogas al cerebro mediante chips de silicio a nanoescala que permiten liberar una proteína en el cerebro que inhibe el desarrollo del Alzheimer. La misma Universidad ha desarrollado un polímero aprobado por la FDA que permite un pegamento de heridas graves, quemaduras que aceleraran el proceso de curación y disminuirán las cicatrices. La robótica en medicina va a cambiar los paradigmas en tratar las enfermedades y hoy en día la cirugía quirúrgica robótica es más precisa y puede llegar a zonas que el médico no puede acceder con mucha mayor precisión y son usados en forma directa o por medio de programas computacionales. Con el desarrollo de la inteligencia artificial la robótica va a permitir tener la experiencia de miles de cirujanos obteniendo un mejor diagnóstico para el paciente. Lo que hoy conocemos cómo diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética y tomografía computarizada tubo un interesante desarrollo tecnológico desde el descubrimiento de los Rayos X en 1895 y que ha otorgado varios Premios Nobel cómo al ingeniero alemán Wihelm Roentgen en 1901 por sus trabajos que permitieron descubrir los Rayos X, Félix Blosch ( el padre de la Resonancia Magnética) y Edward Purcell en 1952 por sus trabajos en Medicina Nuclear, Paul Lauterbur y Peter Mansfield, Premio Nobel en Fisiología el 2003 por sus descubrimientos en Resonancia Magnética. El desarrollo del láser en medicina desde mediados de los 60´s es otro notable desarrollo tecnológico aplicado a la medicina que es un aporte trascendente en diversos campos médicos como la oftalmología, dermatología, urología, ginecología y día a día surgen nuevas aplicaciones. Theodore Maiman fue el primero en crear un láser en 1960 en base a los principios de los trabajos n Físico Norteamericano Charles Townes trabajara en haz de luz de corta potencia quien compartió el Premio Nobel de Física con los rusos Aleksander Prokhorov y Nicolai Basov en 1964. Estos son ejemplos de los notables avances tecnológicos donde la medicina no está ausente.
¿Cómo enfrenta Chile esta revolución tecnológica en salud? Es sustantivo una Modernización del Sector Público en Salud con en objeto de enfrentar los nuevos desafíos de los próximos treinta años, las nuevas enfermedades producto del aumento de las expectativa de vida con un criterio de Estado. Un Ministerio con Vicepresidencias Ejecutivas en Salubridad Pública, Tecnología, Recursos Humanos, Infraestructura entre otros con Hospitales Modernos con alta tecnología preventiva con Directorios y Gerentes, con índices de productividad es sustantivo en una Política Pública moderna en salud
Santiago, noviembre 25, 2019
martes, 26 de noviembre de 2019
lunes, 28 de octubre de 2019
Salud ¿una oportunidad?
Dicen que las grandes
crisis son grandes oportunidades. Chile
firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que
determina “Toda persona tiene derecho
que le asegure como a su familia salud y bienestar incluyendo asistencia médica
y derechos a seguros en caso de
enfermedad, viudez, vejez” y forma
parte de lo que se denomina la Seguridad Social. La salud debe ser oportuna, igualitaria y asequible para todos los
habitantes.
Estamos en el marco de
una gran convulsión social que afecta los cimientos de la sociedad chilena
donde la salud, por años no han sido atendido sus requerimientos, tema
planteado desde fines de los 90´s. Como la salud afecta lo más esencial del ser
humano, la vida misma, es difícil plantear y consensuar acuerdos de beneficio
de todos. Son innumerables los intereses en el sector. El presupuesto de salud
se incrementa año a año en términos reales y los problemas continúan igual para
los más desposeídos : listas de espera donde mueren chilenos esperando ser
atendidos por una cirugía, falta de especialistas, falta de recursos e insumos
hospitalarios, crecimiento de la deuda hospitalaria y un enorme sobre gasto en
salud. Gran parte de responsabilidad la tiene en poderoso gremio de la salud que
no permite avanzar imponiendo visiones particulares, mucha improvisación y
exceso de dogmatismo donde los más perjudicados son los más pobres y los
diversos Gobiernos con políticas de corto plazo, puntuales y sin una visión de
país.
Con el objeto de poder
avanzar racionalmente hacia una salud oportuna e igualitaria para todos,
planteo ejes de desarrollo que permitan mejorar el sector.
No podemos enfrentar
las enfermedades de los próximos veinte o treinta años con la misma
infraestructura pública de los cincuenta, con hospitales sin incentivos ni
Gerentes, con un Ministerio si una estructura orgánica que no está de acuerdo a
los tiempos actuales. Una tarea urgente es la modernización del sector público con un Ministerio con
Vicepresidencias Ejecutivas (Salubridad Pública, Infraestructura Hospitalaria,
Recursos Humanos, Tecnología entre otros), Hospitales con Directorios y
Gerentes con índices de productividad incorporando a la “comunidad viva” (“mi
hospital”) donde hay un enorme potencial humano y de financiamiento en
instituciones de beneficencia, resulta sustantivo para enfrentar las enfermedades del
futuro. Como ejemplo menciono que La Comisión Nacional de Productividad hizo un
estudio donde con solo aumentar la
cirugías de tres a cuatro diarias en los quirófanos públicos el tiempo de
espera se reduce en un 20%. Es una demostración que gran parte del problema de
la salud pública es de gestión. La Contraloría de la República ha hablado sobre
el cumplimiento de horarios de los contratos médicos, las licencias del sector que
están sobre el promedio nacional, entre otros.
Otro problema serio
que hay en Chile es el costo de los
remedios en Chile y agregaría el costo de los insumos y equipamiento hospitalario, donde están involucrados los
Laboratorio e industria de la salud. En
la estructura orgánica del Ministerio de Salud existe la Central de
Abastecimiento que es el organismo público encargado de las compras públicas de
remedios para el sector. Una forma de enfrentar el costo de los remedios es
aumentar la oferta con el objeto de bajar los precios y por intermedio de esta
Central de Compras puede ser un mecanismo eficiente estableciendo mecanismos de
distribución por intermedio de Municipalidades, los mismos hospitales con sus
unidades de farmacia, en un conjunto de remedios de mayor demanda y costo. Se puede avanzar a un sistema digital en esta
materia que permita la compra de remedios por internet mediante firma digital. Debo
agregar el enorme sobre gasto del Estado en la compra de insumos e equipamiento
médico, que representa el 40% de un proyecto en salud, por los sistemas de
compra establecidos por intermedio de Chile Compra, que es un organismo
administrativo. Las Bases Técnicas del llamado a Licitaciones por falta de
cultura tecnológica están muy mal determinadas, en razón a que generalmente es
la copia de un catálogo porque un determinado Laboratorio o Industria de la
Salud que financió un Congreso y “compromete” al usuario en su equipamiento. Es
particularmente grave este sistema de comodato donde los pacientes, vía sobre
precio en los insumos que son obligados a comprar, financian el equipamiento.
Como hay un importante programa de infraestructura hospitalaria, este tema
debería ser solucionado con la urgencia necesaria, donde el Estado en la
práctica, compra caro y compra mal, incrementando los costos de la salud (se
estima que hay un sobre gasto en este ítem de alrededor del 30% del costo
real).
En Chile hay una salud
para los pacientes Fonasa que representan alrededor del 80% del total obligados
a atenderse en hospitales públicos sin recursos ni especialistas, largas listas
de espera (según Comisión Ministerial nombrada por Gobierno anterior se estima
alrededor de 20 mil personas que murieron esperando en una lista de espera) y
un sector privado que se atiende mediante un seguro privado (Isapres) que tiene
múltiples prestadores y múltiples planes de atención. Esta inequidad aberrante se soluciona
administrativamente dando libertad de
elección de los pacientes Fonasa,
otorgando subsidios a los más desposeídos mediante una cuenta personal, que con
la tecnología actual, se puede incorporar a la cédula de identidad. Es aquí
donde está la piedra angular de una
real reforma de la salud que es resistida por los gremios de la salud. Es la
forma real de mejorar el acceso a una mejor salud de millones de chilenos.
Otro tema no resuelto
en Chile es el tema de los seguros
privados y los seguros públicos, donde los Tribunales de Justicia resuelven
tema que compete al ámbito administrativo, encareciendo el costo de los
seguros. Hay una importante contribución privada a la salud en Chile que
atiente alrededor de 3,3 millones de pacientes en forma eficiente y oportuna.
Los seguros deben ser universales, sin restricciones, de movilidad total,
competitivos, sin pre-existencias y sin importar si estos son públicos (Fonasa)
o privados (Isapres), individuales. Sólo así hay eficiencia. Los seguros universales,
que políticamente son muy “vendibles”, producen ineficiencia de recursos e
inequidad. ¿El “gordito de las papas fritas” va a tener los mismos derechos que
un ciudadano responsable? Obviamente los seguros, sean públicos o privados, deben establecer un “piso” mínimo garantizado
de atención pero lo esencial, para producir eficiencia, es que sean de libre elección y múltiples, pudiendo
empresas o grupos con intereses comunes
contratar seguros colectivos.
Salud es prevención debe ser el eje de una política de salud
pública en Chile y vemos con enorme tristeza mucho vandalismo en Chile y salud
es un requerimiento sustantivo. Todos sabemos que hay demandas sociales justas
y mucha inequidad en especial en salud. El alcoholismo y la drogadicción son
parte importante en este vandalismo. Según el Servicio Nacional de Prevención y
Drogas (Senda) un de cuatro chilenos ha confesado un episodio alcohólico en los
últimos treinta días y la drogadicción a aumentado del 4% el año 1994 al 14% el
año 2016, constituyendo junto a la obesidad, el VIH y la salud mental los
principales problemas de la salubridad pública en Chile. Con el uso de la
tecnología con exámenes preventivos como mamografías, colonoscopía, tomografía
computarizada, ecotomografía entre otros son esenciales para mejorar los
índices de salud en Chile. Programas como “Elije Vivir Sano”, “Sonrisa Feliz”,
programas materno – infantil, incentivo a la actividad deportiva son
fundamentales en una política pública en salud orientada a fortalecer la salud
primaria.
El seguro universal catastrófico debe ser universal y obligatorio para todos
los chilenos, subsidiando las primas de los más desposeídos orientado a
proteger enfermedades de alto costo que muchas veces terminan en la ruina de
familias completas y es una forma solidaria de enfrentar esta situación.
El Estatuto de los Trabajadores de la Salud debe proteger de las desgraciadas agresiones
que sufren en un trabajo complejo y de alta entrega humana. Una política
pública de salud debe proteger y resguardar sus derechos.
Finalmente debemos
mencionar que debemos consensuar una Política
de Estado en Salud con un criterio de
Estado y de futuro, incorporando los avances
tecnológicos, que se traduzca en una real
salud oportuna, asequible e igualitaria para todos los chilenos. Tenemos
capacidad humana para poder construir un modelo que sea ejemplo para el mundo.
Hagamos el esfuerzo de entendernos y dejemos nuestras pequeñeces que nos
dividen. Debemos elevar el nivel de la discusión para avanzar hacia una salud más
justa para todos.
Ing. Jaime Calderón Riveros
Santiago, octubre 27, 2019
miércoles, 28 de agosto de 2019
Seguros privados y seguros públicos
Breve Resumen histórico
Alemania fue el primer país del mundo en adoptar el concepto de Seguridad Social introducido por Otto von Bismark en 1884 cuyo objetivo era dar bienestar a los trabajadores para que la economía alemana siguiera creciendo y oponerse a ideas más radicales de los trabajadores de la época. En 1935 el Presidente Franklin D. Roosevelt de Estados Unidos aprobó la ley de Seguridad Social que combinaba los términos “Seguridad Económica” con “Seguridad Social”. El desarrollo de la guerra desarrollo rápidamente el concepto de la Seguridad Social y el Primer Ministro Wiston Churchill estableció el “plan Beveridge” creado por Lord Beveridge que fue el primer plan unificado de Seguridad Social en que el Estado se hacía cargo completo de esta. En 1945 las Naciones Unidas en el marco de la Declaración Universal de Derechos Humanos estableció en su artículo 22 “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la Seguridad Social”.
La Seguridad Social en Chile está se implementa en función al desarrollo económico del país desde fines del Siglo XIX con la migración de la población del campo a la ciudad, el desarrollo de la industria del salitre y la formación de grandes comunidades en los alrededores de las fuentes de trabajo que producían graves problemas de hacinamiento, higiene entre otros. En 1924 se crea el Ministerio de Higiene, Previsión y Asistencia Social o Ministerio de Bienestar y se dicta la ley 4054 que crea la Caja del Seguro Obrero Obligatorio. Se debe destacar que ya en 1938 Chile tenía una ley sobre Medicina Preventiva para cubrir riesgos de enfermedades e invalidez. La Constitución de 1925 establece Normas de Protección Social que mejoran la Seguridad Social en Chile. En 1942 se crea el Sermena con la fusión de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas y la Caja de Empleados Particulares que atendía a los empleados (para compensar la Caja del Seguro Obrero que atendía a los obreros) y tenía sistemas de libre elección que posteriormente en 1979 mediante el DL 2763 evoluciona a lo que hoy es el Fonasa cuyo objetivo es recaudar y administrar los recursos orientados para la salud actuando como un gran seguro público. En 1952 se promulga la ley 10383 que crea el Servicio Nacional de Salud (SNS). En 1968 se dicta la ley 16.744 de accidentes laborales que da origen a las Mutualidades de Accidentes del Trabajo. El año 1979 mediante DL 2763 se re-organiza el sistema de salud chileno creando un Servicio Nacional de Servicios de Salud totalmente descentralizado. En 1981 mediante el Decreto con Fuerza de Ley No. 3 se crea el sistema privado de salud dando origen a las Instituciones de Salud Previsional denominadas Isapres con el objeto de mejorar la eficiencia del sistema de salud.
Mercado de la Salud en Chile
De acuerdo el Censo de 2017 de la población de Chile de 17,5 millones donde el 20,1% son menores de 15 años, el 68,5% entre 15 y 64 años y el 11,4% tiene 65 años o más estimándose que para el año 2025 uno de cinco personas va a tener sobre 65 años presentando un desafío para la salud pública en Chile. La esperanza de vida en Chile a junio del 2019 es de 80,6 años según en INE. De acuerdo a Estadísticas de la Superintendencia de Salud a junio del 2019 hay 3,4 millones usuarios de Isapres que representan el 20% de los beneficiarios de la salud chilena. De acuerdo al Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud hay 13,2 millones de usuarios Fonasa que representa el 75% de la población beneficiaria de los sistemas de salud. Las FFAA y otros representan el 5% de los afiliados al sistema de salud.
Como mejorar el sistema de salud chileno
La salud debe ser oportuna, igualitaria y asequible para todos los habitantes y está en el marco de la Seguridad Social donde la salud es un derecho inherente al ser humano que forma parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que le asegure, así como a su familia, salud y bienestar, incluyendo asistencia médica en caso de enfermedad, viudez y vejez”.
La tecnología va a cambiar los paradigmas de la salud futura donde la robótica, la nano tecnología, el avance de los sistemas de diagnósticos por imágenes, los avances del láser entre otros van a cambiar la forma de enfrentar las enfermedades. Si además hay un avance de las expectativa de vida producto del desarrollo económico que sitúa a Chile al nivel de los países más desarrollados (80,6 años según el INE a junio del 2019) lo que se traduce en un envejecimiento de la población donde para el año 2015 se proyecta que el 20% de la población chilena va a tener sobre 65 años, nos plantea nuevos y urgentes desafíos.
Un gran Filósofo decía que para aprender de otro debo pensar que no sé nada y de esta forma entender lo que el otro me quiere transmitir y viceversa. No podemos avanzar si nos basamos en los criterios de Bismark de Siglo XIX o tomar como ejemplo el acuerdo nacional entre Cruz Coke y Allende el año 52 o tener un sistema de salud que discrimina por edad, condiciones de salud o enfermedad. La salud por principio debe ser asequible, solidaria e igualitaria para todos.
En Chile hay un gran seguro público que atiende más de 13 millones de habitantes que representa el 75% de la población, cautivo por el Estado, con acceso a un solo prestador, los hospitales públicos, generalmente carentes de recursos y especialistas donde participan los sectores medios y los sectores más desposeídos de la población. Se da la paradoja que los sectores de mayores recursos que están en el sistema privado (incluyendo toda nuestra clase política) que son alrededor de 3,3 millones de habitantes tienen múltiples planes de elección y múltiples prestadores los que les permite tener acceso a una salud más oportuna y de mejor calidad. Esta es una situación políticamente insostenible e inexplicable que tenemos el deber ético de modificar con la voluntad y acuerdo de todos.
Los proyectos de ley en desarrollo hablan de un plan único garantizado para los pacientes del seguro público (Fonasa) y privado (Isapres), políticamente muy “vendible”. Cabe preguntarnos ¿este plan único garantizado va a significar mejorar el sistema de salud chileno y tener una salud oportuna, asequible e igualitaria para todos los chilenos? Los recursos son limitados y hay un enorme sobre gasto en salud (alrededor del 20% según la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda) y este es un subsidio a la oferta sin ningún tipo de discriminación e incentivo a la prevención donde debe estar el foco del gasto en salud. El “gordito de las papas fritas” tiene los mismos derechos de acceso a la salud que una persona que tiene buenos hábitos de salud lo que se traduce en falta de incentivos y, en mi opinión, es un mal uso de recursos públicos porque los problemas van a seguir igual si no solucionamos lo esencial como orientar el gasto a la prevención y modernizar el sector público. La libertad de elección de los pacientes permitiendo elegir libremente el prestador es la piedra angular de una real y efectiva Reforma de la Salud. La erróneas políticas públicas en el sector es el origen del enorme sobre gasto en salud que se ve reflejado en el continuo aumento de la deuda hospitalaria entre otros.
Me pregunto, desde un punto de vista macro de economía de la salud ¿no es más eficiente que los recursos orientados al gasto de los planes garantizados, cuyo costo no se conoce, se canalice en subsidios directos a las personas, otorgando un sistema de premio/castigo para incentivar la prevención en salud? ¿No es más rentable fijar un plan quinquenal o decenal para disminuir la obesidad, el alcoholismo infantil, el sedentarismo, la prevención del VIH/SIDA entre otros y gastar los recursos en la prevención y en la salud primaria? ¿Qué beneficios concretos para las personas trae un plan universal en salud, fuera del discurso político? ¿no es más rentable incorporar tecnología en la salud primaria como mamografía, ecotomografía, exámenes de diagnóstico por imágenes y otros cuyo objetivo es detectar previamente las enfermedades y producir importantes ahorros de recursos públicos?
El mal uso de recursos públicos en salud y la improvisación y voluntarismo es enorme. Hospitales mal diseñados, mal ubicados y sobredimensionados, soluciones “parche” donde los problemas se solucionan en la medida que se presentan, la falta de una “Política de Estado” pensando en “los problemas de salud de los próximos 30 años” con un criterio de futuro es esencial para tener una salud digna e igualitaria para todos los chilenos. Hagamos un esfuerzo ….los pobres no pueden esperar….nos dijo con voz fuerte el Papa Juan Pablo II en su visita a Chile.
Santiago, agosto 2019
Alemania fue el primer país del mundo en adoptar el concepto de Seguridad Social introducido por Otto von Bismark en 1884 cuyo objetivo era dar bienestar a los trabajadores para que la economía alemana siguiera creciendo y oponerse a ideas más radicales de los trabajadores de la época. En 1935 el Presidente Franklin D. Roosevelt de Estados Unidos aprobó la ley de Seguridad Social que combinaba los términos “Seguridad Económica” con “Seguridad Social”. El desarrollo de la guerra desarrollo rápidamente el concepto de la Seguridad Social y el Primer Ministro Wiston Churchill estableció el “plan Beveridge” creado por Lord Beveridge que fue el primer plan unificado de Seguridad Social en que el Estado se hacía cargo completo de esta. En 1945 las Naciones Unidas en el marco de la Declaración Universal de Derechos Humanos estableció en su artículo 22 “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la Seguridad Social”.
La Seguridad Social en Chile está se implementa en función al desarrollo económico del país desde fines del Siglo XIX con la migración de la población del campo a la ciudad, el desarrollo de la industria del salitre y la formación de grandes comunidades en los alrededores de las fuentes de trabajo que producían graves problemas de hacinamiento, higiene entre otros. En 1924 se crea el Ministerio de Higiene, Previsión y Asistencia Social o Ministerio de Bienestar y se dicta la ley 4054 que crea la Caja del Seguro Obrero Obligatorio. Se debe destacar que ya en 1938 Chile tenía una ley sobre Medicina Preventiva para cubrir riesgos de enfermedades e invalidez. La Constitución de 1925 establece Normas de Protección Social que mejoran la Seguridad Social en Chile. En 1942 se crea el Sermena con la fusión de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas y la Caja de Empleados Particulares que atendía a los empleados (para compensar la Caja del Seguro Obrero que atendía a los obreros) y tenía sistemas de libre elección que posteriormente en 1979 mediante el DL 2763 evoluciona a lo que hoy es el Fonasa cuyo objetivo es recaudar y administrar los recursos orientados para la salud actuando como un gran seguro público. En 1952 se promulga la ley 10383 que crea el Servicio Nacional de Salud (SNS). En 1968 se dicta la ley 16.744 de accidentes laborales que da origen a las Mutualidades de Accidentes del Trabajo. El año 1979 mediante DL 2763 se re-organiza el sistema de salud chileno creando un Servicio Nacional de Servicios de Salud totalmente descentralizado. En 1981 mediante el Decreto con Fuerza de Ley No. 3 se crea el sistema privado de salud dando origen a las Instituciones de Salud Previsional denominadas Isapres con el objeto de mejorar la eficiencia del sistema de salud.
Mercado de la Salud en Chile
De acuerdo el Censo de 2017 de la población de Chile de 17,5 millones donde el 20,1% son menores de 15 años, el 68,5% entre 15 y 64 años y el 11,4% tiene 65 años o más estimándose que para el año 2025 uno de cinco personas va a tener sobre 65 años presentando un desafío para la salud pública en Chile. La esperanza de vida en Chile a junio del 2019 es de 80,6 años según en INE. De acuerdo a Estadísticas de la Superintendencia de Salud a junio del 2019 hay 3,4 millones usuarios de Isapres que representan el 20% de los beneficiarios de la salud chilena. De acuerdo al Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud hay 13,2 millones de usuarios Fonasa que representa el 75% de la población beneficiaria de los sistemas de salud. Las FFAA y otros representan el 5% de los afiliados al sistema de salud.
Como mejorar el sistema de salud chileno
La salud debe ser oportuna, igualitaria y asequible para todos los habitantes y está en el marco de la Seguridad Social donde la salud es un derecho inherente al ser humano que forma parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que le asegure, así como a su familia, salud y bienestar, incluyendo asistencia médica en caso de enfermedad, viudez y vejez”.
La tecnología va a cambiar los paradigmas de la salud futura donde la robótica, la nano tecnología, el avance de los sistemas de diagnósticos por imágenes, los avances del láser entre otros van a cambiar la forma de enfrentar las enfermedades. Si además hay un avance de las expectativa de vida producto del desarrollo económico que sitúa a Chile al nivel de los países más desarrollados (80,6 años según el INE a junio del 2019) lo que se traduce en un envejecimiento de la población donde para el año 2015 se proyecta que el 20% de la población chilena va a tener sobre 65 años, nos plantea nuevos y urgentes desafíos.
Un gran Filósofo decía que para aprender de otro debo pensar que no sé nada y de esta forma entender lo que el otro me quiere transmitir y viceversa. No podemos avanzar si nos basamos en los criterios de Bismark de Siglo XIX o tomar como ejemplo el acuerdo nacional entre Cruz Coke y Allende el año 52 o tener un sistema de salud que discrimina por edad, condiciones de salud o enfermedad. La salud por principio debe ser asequible, solidaria e igualitaria para todos.
En Chile hay un gran seguro público que atiende más de 13 millones de habitantes que representa el 75% de la población, cautivo por el Estado, con acceso a un solo prestador, los hospitales públicos, generalmente carentes de recursos y especialistas donde participan los sectores medios y los sectores más desposeídos de la población. Se da la paradoja que los sectores de mayores recursos que están en el sistema privado (incluyendo toda nuestra clase política) que son alrededor de 3,3 millones de habitantes tienen múltiples planes de elección y múltiples prestadores los que les permite tener acceso a una salud más oportuna y de mejor calidad. Esta es una situación políticamente insostenible e inexplicable que tenemos el deber ético de modificar con la voluntad y acuerdo de todos.
Los proyectos de ley en desarrollo hablan de un plan único garantizado para los pacientes del seguro público (Fonasa) y privado (Isapres), políticamente muy “vendible”. Cabe preguntarnos ¿este plan único garantizado va a significar mejorar el sistema de salud chileno y tener una salud oportuna, asequible e igualitaria para todos los chilenos? Los recursos son limitados y hay un enorme sobre gasto en salud (alrededor del 20% según la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda) y este es un subsidio a la oferta sin ningún tipo de discriminación e incentivo a la prevención donde debe estar el foco del gasto en salud. El “gordito de las papas fritas” tiene los mismos derechos de acceso a la salud que una persona que tiene buenos hábitos de salud lo que se traduce en falta de incentivos y, en mi opinión, es un mal uso de recursos públicos porque los problemas van a seguir igual si no solucionamos lo esencial como orientar el gasto a la prevención y modernizar el sector público. La libertad de elección de los pacientes permitiendo elegir libremente el prestador es la piedra angular de una real y efectiva Reforma de la Salud. La erróneas políticas públicas en el sector es el origen del enorme sobre gasto en salud que se ve reflejado en el continuo aumento de la deuda hospitalaria entre otros.
Me pregunto, desde un punto de vista macro de economía de la salud ¿no es más eficiente que los recursos orientados al gasto de los planes garantizados, cuyo costo no se conoce, se canalice en subsidios directos a las personas, otorgando un sistema de premio/castigo para incentivar la prevención en salud? ¿No es más rentable fijar un plan quinquenal o decenal para disminuir la obesidad, el alcoholismo infantil, el sedentarismo, la prevención del VIH/SIDA entre otros y gastar los recursos en la prevención y en la salud primaria? ¿Qué beneficios concretos para las personas trae un plan universal en salud, fuera del discurso político? ¿no es más rentable incorporar tecnología en la salud primaria como mamografía, ecotomografía, exámenes de diagnóstico por imágenes y otros cuyo objetivo es detectar previamente las enfermedades y producir importantes ahorros de recursos públicos?
El mal uso de recursos públicos en salud y la improvisación y voluntarismo es enorme. Hospitales mal diseñados, mal ubicados y sobredimensionados, soluciones “parche” donde los problemas se solucionan en la medida que se presentan, la falta de una “Política de Estado” pensando en “los problemas de salud de los próximos 30 años” con un criterio de futuro es esencial para tener una salud digna e igualitaria para todos los chilenos. Hagamos un esfuerzo ….los pobres no pueden esperar….nos dijo con voz fuerte el Papa Juan Pablo II en su visita a Chile.
Ing. Jaime Calderón Riveros
Santiago, agosto 2019
viernes, 8 de marzo de 2019
Trail Runner Ultrafiord 2019
El Trail Runner (“corredor de sendero” en español) es correr en un entorno natural (montañas, desiertos, bosques, llanuras) y por definición es una forma de conectarse con la naturaleza por senderos, caminos de tierra, huellas y es una forma de vida. Está regulada por la ITRA: International Trail Running Association. En el caso de la Ultrafiord su denominación es por de “Ultra” o más allá de límites habituales y “Fiord” por los fiordos de la Patagonia chilena. Estas exigencias deportivas recuerdan mucho los ejercicios en terreno o campaña en época de Servicio Militar donde se exige más allá de los límites habituales como una forma de entrenamiento y que sirve mucho en la vida. Estas actividades extremas producen una enorme solidaridad de los corredores y soldados.
La Ultrafiord es una carrera de trail que se llevará a cabo entre el 1° al 6 de abril del 2019 en la Provincia de Última Esperanza, Región de Magallanes y Antártica Chilena. El Centro Logístico más cercano es Puerto Natales (Lat. 51°44’S) que se ubica a 250 km de Punta Arenas, Capital Regional. Se clasifica en cinco categorías: Guanacos (18 a 29 años); Pumas (30 a 39 años); Huemules (40 a 49 años); Zorros (50 a 59 años) y Cóndores (más de 60 años). Las distancias a correr son 30K, 42K, 50K, 70K, 100K y 100M y es calificativa para la competencia mundial de trail Ultra-Trail du Mont Blanc y el puntaje otorgado por la ITRA son 6 puntos para las 100 millas, 5 puntos para los 100K, 4 puntos para los 70K, 3 puntos para los 50K y 42K y un punto para los 30K.
La carrera se efectúa en zona extrema en época de otoño con un clima promedio que fluctúa entre 4° y 12° y 0° en la noche con vientos fuertes impredecibles aunque generalmente son más bajos en el otoño e invierno lo que da dificultad a la carrera. Las condiciones para participar son exigentes y tener experiencia en este tipo de eventos y estar consciente de los riesgos de la carrera en montaña al enfrentar condiciones meteorológicas cambiantes y saber enfrentar por sus propios medios las dificultades y orientación de la ruta. El desnivel fluctúa entre los 930 metros hasta los 7000 metros dependiendo la distancia. Otras carreras destacadas a nivel mundial son Ultra-Trail Du Mont Blanc en Francia, Hard Rock en Estados Unidos, Ultra Trail MT Fuji en Japón, The North Face Australia entre otras.
Este tipo de carrera es una forma de vida de enfrentar la naturaleza en condiciones de alta exigencia frente a los cambios climáticos con un fuerte componente de vida personal y de encuentro con Dios en la maravilla de la Patagonia chilena. Los que hemos vivido situaciones extremas sabemos que la vida cambia en un minuto y hay que saber disfrutar el momento y tener paz en el alma. Él pasado es historia, el presente se vive, el futuro no se conoce.
Santiago, marzo del 2019
El Trail Runner (“corredor de sendero” en español) es correr en un entorno natural (montañas, desiertos, bosques, llanuras) y por definición es una forma de conectarse con la naturaleza por senderos, caminos de tierra, huellas y es una forma de vida. Está regulada por la ITRA: International Trail Running Association. En el caso de la Ultrafiord su denominación es por de “Ultra” o más allá de límites habituales y “Fiord” por los fiordos de la Patagonia chilena. Estas exigencias deportivas recuerdan mucho los ejercicios en terreno o campaña en época de Servicio Militar donde se exige más allá de los límites habituales como una forma de entrenamiento y que sirve mucho en la vida. Estas actividades extremas producen una enorme solidaridad de los corredores y soldados.
La Ultrafiord es una carrera de trail que se llevará a cabo entre el 1° al 6 de abril del 2019 en la Provincia de Última Esperanza, Región de Magallanes y Antártica Chilena. El Centro Logístico más cercano es Puerto Natales (Lat. 51°44’S) que se ubica a 250 km de Punta Arenas, Capital Regional. Se clasifica en cinco categorías: Guanacos (18 a 29 años); Pumas (30 a 39 años); Huemules (40 a 49 años); Zorros (50 a 59 años) y Cóndores (más de 60 años). Las distancias a correr son 30K, 42K, 50K, 70K, 100K y 100M y es calificativa para la competencia mundial de trail Ultra-Trail du Mont Blanc y el puntaje otorgado por la ITRA son 6 puntos para las 100 millas, 5 puntos para los 100K, 4 puntos para los 70K, 3 puntos para los 50K y 42K y un punto para los 30K.
La carrera se efectúa en zona extrema en época de otoño con un clima promedio que fluctúa entre 4° y 12° y 0° en la noche con vientos fuertes impredecibles aunque generalmente son más bajos en el otoño e invierno lo que da dificultad a la carrera. Las condiciones para participar son exigentes y tener experiencia en este tipo de eventos y estar consciente de los riesgos de la carrera en montaña al enfrentar condiciones meteorológicas cambiantes y saber enfrentar por sus propios medios las dificultades y orientación de la ruta. El desnivel fluctúa entre los 930 metros hasta los 7000 metros dependiendo la distancia. Otras carreras destacadas a nivel mundial son Ultra-Trail Du Mont Blanc en Francia, Hard Rock en Estados Unidos, Ultra Trail MT Fuji en Japón, The North Face Australia entre otras.
Este tipo de carrera es una forma de vida de enfrentar la naturaleza en condiciones de alta exigencia frente a los cambios climáticos con un fuerte componente de vida personal y de encuentro con Dios en la maravilla de la Patagonia chilena. Los que hemos vivido situaciones extremas sabemos que la vida cambia en un minuto y hay que saber disfrutar el momento y tener paz en el alma. Él pasado es historia, el presente se vive, el futuro no se conoce.
Santiago, marzo del 2019
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