lunes, 28 de octubre de 2019

Salud ¿una oportunidad?

Dicen que las grandes crisis son grandes oportunidades.  Chile firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que determina “Toda persona tiene derecho que le asegure como a su familia salud y bienestar incluyendo asistencia médica y derechos a seguros en caso de enfermedad, viudez, vejez”  y forma parte de lo que se denomina la Seguridad Social. La salud debe ser oportuna, igualitaria y asequible para todos los habitantes. 

Estamos en el marco de una gran convulsión social que afecta los cimientos de la sociedad chilena donde la salud, por años no han sido atendido sus requerimientos, tema planteado desde fines de los 90´s. Como la salud afecta lo más esencial del ser humano, la vida misma, es difícil plantear y consensuar acuerdos de beneficio de todos. Son innumerables los intereses en el sector. El presupuesto de salud se incrementa año a año en términos reales y los problemas continúan igual para los más desposeídos : listas de espera donde mueren chilenos esperando ser atendidos por una cirugía, falta de especialistas, falta de recursos e insumos hospitalarios, crecimiento de la deuda hospitalaria y un enorme sobre gasto en salud. Gran parte de responsabilidad la tiene en poderoso gremio de la salud que no permite avanzar imponiendo visiones particulares, mucha improvisación y exceso de dogmatismo donde los más perjudicados son los más pobres y los diversos Gobiernos con políticas de corto plazo, puntuales y sin una visión de país.

Con el objeto de poder avanzar racionalmente hacia una salud oportuna e igualitaria para todos, planteo ejes de desarrollo que permitan mejorar el sector.

No podemos enfrentar las enfermedades de los próximos veinte o treinta años con la misma infraestructura pública de los cincuenta, con hospitales sin incentivos ni Gerentes, con un Ministerio si una  estructura orgánica que no está de acuerdo a los tiempos actuales. Una tarea urgente es la modernización del sector público con un Ministerio con Vicepresidencias Ejecutivas (Salubridad Pública, Infraestructura Hospitalaria, Recursos Humanos, Tecnología entre otros), Hospitales con Directorios y Gerentes con índices de productividad incorporando a la “comunidad viva” (“mi hospital”) donde hay un enorme potencial humano y de financiamiento en instituciones de beneficencia,  resulta  sustantivo para enfrentar las enfermedades del futuro.  Como ejemplo menciono que  La Comisión Nacional de Productividad hizo un estudio donde  con solo aumentar la cirugías de tres a cuatro diarias en los quirófanos públicos el tiempo de espera se reduce en un 20%. Es una demostración que gran parte del problema de la salud pública es de gestión. La Contraloría de la República ha hablado sobre el cumplimiento de horarios de los contratos médicos, las licencias del sector que están sobre el promedio nacional, entre otros.

Otro problema serio que hay en Chile es el costo de los remedios en Chile y agregaría el costo de los insumos y equipamiento hospitalario, donde están involucrados los Laboratorio e industria de la salud.  En la estructura orgánica del Ministerio de Salud existe la Central de Abastecimiento que es el organismo público encargado de las compras públicas de remedios para el sector. Una forma de enfrentar el costo de los remedios es aumentar la oferta con el objeto de bajar los precios y por intermedio de esta Central de Compras puede ser un mecanismo eficiente estableciendo mecanismos de distribución por intermedio de Municipalidades, los mismos hospitales con sus unidades de farmacia, en un conjunto de remedios de mayor demanda y costo.  Se puede avanzar a un sistema digital en esta materia que permita la compra de remedios por internet mediante firma digital. Debo agregar el enorme sobre gasto del Estado en la compra de insumos e equipamiento médico, que representa el 40% de un proyecto en salud, por los sistemas de compra establecidos por intermedio de Chile Compra, que es un organismo administrativo. Las Bases Técnicas del llamado a Licitaciones por falta de cultura tecnológica están muy mal determinadas, en razón a que generalmente es la copia de un catálogo porque un determinado Laboratorio o Industria de la Salud que financió un Congreso y “compromete” al usuario en su equipamiento. Es particularmente grave este sistema de comodato donde los pacientes, vía sobre precio en los insumos que son obligados a comprar, financian el equipamiento. Como hay un importante programa de infraestructura hospitalaria, este tema debería ser solucionado con la urgencia necesaria, donde el Estado en la práctica, compra caro y compra mal, incrementando los costos de la salud (se estima que hay un sobre gasto en este ítem de alrededor del 30% del costo real).

En Chile hay una salud para los pacientes Fonasa que representan alrededor del 80% del total obligados a atenderse en hospitales públicos sin recursos ni especialistas, largas listas de espera (según Comisión Ministerial nombrada por Gobierno anterior se estima alrededor de 20 mil personas que murieron esperando en una lista de espera) y un sector privado que se atiende mediante un seguro privado (Isapres) que tiene múltiples prestadores y múltiples planes de atención.  Esta inequidad aberrante se soluciona administrativamente dando libertad de elección de los pacientes Fonasa, otorgando subsidios a los más desposeídos mediante una cuenta personal, que con la tecnología actual, se puede incorporar a la cédula de identidad. Es aquí donde está la piedra angular de una real reforma de la salud que es  resistida por los gremios de la salud. Es la forma real de mejorar el acceso a una mejor salud de millones de chilenos.

Otro tema no resuelto en Chile es el tema de los seguros privados y los seguros públicos, donde los Tribunales de Justicia resuelven tema que compete al ámbito administrativo, encareciendo el costo de los seguros. Hay una importante contribución privada a la salud en Chile que atiente alrededor de 3,3 millones de pacientes en forma eficiente y oportuna. Los seguros deben ser universales, sin restricciones, de movilidad total, competitivos, sin pre-existencias y sin importar si estos son públicos (Fonasa) o privados (Isapres), individuales. Sólo así hay eficiencia. Los seguros universales, que políticamente son muy “vendibles”, producen ineficiencia de recursos e inequidad. ¿El “gordito de las papas fritas” va a tener los mismos derechos que un ciudadano responsable? Obviamente los seguros, sean públicos o privados,  deben establecer un “piso” mínimo garantizado de atención pero lo esencial, para producir eficiencia, es que sean de libre elección y múltiples, pudiendo empresas o grupos con intereses comunes  contratar seguros colectivos.

Salud es prevención debe ser el eje de una política de salud pública en Chile y vemos con enorme tristeza mucho vandalismo en Chile y salud es un requerimiento sustantivo. Todos sabemos que hay demandas sociales justas y mucha inequidad en especial en salud. El alcoholismo y la drogadicción son parte importante en este vandalismo. Según el Servicio Nacional de Prevención y Drogas (Senda) un de cuatro chilenos ha confesado un episodio alcohólico en los últimos treinta días y la drogadicción a aumentado del 4% el año 1994 al 14% el año 2016, constituyendo junto a la obesidad, el VIH y la salud mental los principales problemas de la salubridad pública en Chile. Con el uso de la tecnología con exámenes preventivos como mamografías, colonoscopía, tomografía computarizada, ecotomografía entre otros son esenciales para mejorar los índices de salud en Chile. Programas como “Elije Vivir Sano”, “Sonrisa Feliz”, programas materno – infantil, incentivo a la actividad deportiva son fundamentales en una política pública en salud orientada a fortalecer la salud primaria.

El seguro universal catastrófico debe ser universal y obligatorio para todos los chilenos, subsidiando las primas de los más desposeídos orientado a proteger enfermedades de alto costo que muchas veces terminan en la ruina de familias completas y es una forma solidaria de enfrentar esta situación.

El Estatuto de los Trabajadores de la Salud debe proteger de las desgraciadas agresiones que sufren en un trabajo complejo y de alta entrega humana. Una política pública de salud debe proteger y resguardar sus derechos.

Finalmente debemos mencionar que debemos consensuar una Política de Estado en Salud con un criterio de Estado y de futuro, incorporando los avances tecnológicos, que se traduzca en una real  salud oportuna, asequible e igualitaria para todos los chilenos. Tenemos capacidad humana para poder construir un modelo que sea ejemplo para el mundo. Hagamos el esfuerzo de entendernos y dejemos nuestras pequeñeces que nos dividen. Debemos elevar el nivel de la discusión para avanzar hacia una salud más justa para todos.

                                                                                                   

Ing. Jaime Calderón Riveros
Santiago, octubre 27, 2019