lunes, 1 de junio de 2020

Covid-19... el día después

En estos días los ojos han estado puestos en el despegue, viaje y posterior acoplamiento de la nave Crew Dragon en la Estación Espacial Internacional. Una buena noticia en estos días oscuros de la humanidad. Es un proyecto de la empresa Space X que abre las puertas del espacio al mundo privado e incorpora nuevas tecnologías que disminuyen costos de los viajes espaciales. Es un aporte más del mundo del emprendimiento y la innovación como tanto otros que han contribuido al desarrollo y crecimiento de la humanidad desde el descubrimiento de la rueda, la ampolleta, el teléfono y recientemente el desarrollo de la computación e Internet entre tantos otros.

Vemos en estos días el colapso de nuestro sistema público de salud y el trabajo heroico de su personal y cómo un país entero está luchando contra esta agresiva pandemia. En su control se mezclan múltiples factores de hacinamiento, pobreza, irresponsable política de migración, cultura, educación sanitaria y un diseño de un sistema de salud que descuidó lo sustantivo: la prevención. Esta pandemia nos ha enseñado y desnudado nuestras debilidades donde estamos lejos de ser un país desarrollado y nuestra clase más ilustrada no conoce el Chile real. Debemos actuar con más humildad y empatía. Me pregunto con inquietud si seguiremos insistiendo en políticas públicas en salud que han demostrado su inefectividad e incapacidad de resolver los problemas reales de la gente y es cosa de ver los consultorios públicos, la muerte de ocho a diez mil pacientes al año esperando atención de un especialista o una cirugía que estaba garantizada por el Estado, el endeudamiento hospitalario, el continuo crecimiento del gasto…….y “Nadie dijo nada…..era un pobre diablo que siempre venía cerca de un gran pueblo donde yo vivía….un día de invierno lo encontraron muerto dentro del arroyo próximo a mi huerto…..vaya simplones dijo el panteonero tras la paleteada …..Nadie dijo nada…..Nadie dijo nada” decía nuestro poeta Carlos Pezoa Véliz. Esto es lo que pasa en nuestro sistema de salud…..nadie dice nada de erradas políticas públicas de años…..seguimos hablando “de la reforma de Cruz Coke y Allende de los 50's” y de aumentar los recursos para Fonasa sin hacer una “cirugía mayor” a nuestro sistema público de salud. Nuestros tribunales resuelven problemas que son competencia de la autoridad. Es tiempo que mover las agujas del reloj. Me preocupa esa política de seguro único con el objeto de hacer desaparecer la salud privada en vez de tener seguros públicos y privados que compitan con el objeto de mejorar la atención en salud. Me preocupa esa política de aumentar los recursos a Fonasa sin primero modernizar el sector público con hospitales con Gerencias y Directorios con criterios de productividad y un Ministerio de acuerdo a los tiempos actuales y uso de la tecnología en enfrentar las enfermedades del futuro y ser el director central de un Sistema Único de Salud en Chile que fije las políticas públicas del sector, cómo lo hemos visto en estos días. Me preocupa que el Estado continúe con este monopolio de los pacientes no permitiendo que estos elijan libremente el prestador, obligándolos a atenderse en hospitales carentes de recursos y especialistas, causa esencial de la inequidad del acceso igualitario a la salud. El mundo camina hacia sistemas de salud mixtos con participación pública y privada y uso creciente de la tecnología en la prevención de enfermedades y no a sistemas estatales que aumentan considerablemente el gasto. Se nos olvida que es el paciente el eje central de toda política pública de salud.

Un sistema único de salud dirigido por el Estado debe tomar como eje central la prevención, una red primaria de atención con especialistas y médicos de familia, educación sanitaria por intermedio de las Municipalidades y Hospitales de Accidentes del Trabajo que han hecho un muy buen trabajo preventivo, uso de la tecnología en detectar en forma precoz enfermedades (ecotomografías, colonoscopías, diagnóstico por imágenes, entre otras) donde debe estar focalizado el gasto. El Ministerio de Salud se debe adecuar a los tiempos actuales y las nuevas enfermedades donde la tecnología va a cambiar los paradigmas de enfrentarlas, con Vicepresidencias Ejecutivas, Hospitales con Gerentes, Directores Médicos y Directorios e incorporando las Fundaciones, Beneficencia y empresas donde hay un enorme potencial humano y de recursos, cómo lo hemos visto en estos días. Un plan único garantizado (Ges) financiado con recursos del Gobierno Central al que puedan acceder los pacientes en forma oportuna a hospitales públicos o privados. Una ficha médica universal única que permita migrar entre hospitales públicos y privados debe ser objetivo de corto plazo para avanzar en un hospital digital único. Seguros públicos y privados sin exclusiones que permita a los pacientes poder elegir libremente el prestador subsidiando directamente a los más desposeídos, en los parámetros de la seguridad social moderna, es sustantivo en un buen uso de recursos en salud. Un seguro universal obligatorio para enfermedades catastróficas, Concesiones Hospitalarias que maximizan recursos, Estatuto de los Trabajadores de la Salud que los proteja con incentivos (¿hospitales con participación de los trabajadores en el resultado de la gestión?) son ejes de una política pública en salud. Llevo muchos años en el sector salud y soy escéptico porque hay muchos intereses y mucho dogmatismo pero tengo derecho a soñar…soñar que algún día tendremos un sistema de salud más con acceso más igualitario. La lucha heroica de los trabajadores de la salud, que no me sorprende porque lo he visto en más de treinta años de trabajo en el sector, me motiva a escribir estas líneas porque son un ejemplo que tenemos capacidad humana en construir entre todos un mejor sistema de salud. Tengo derecho a soñar porque la vida sin sueños es triste y gris.



Ing. Jaime Calderón Riveros 
Santiago, junio 1, 2020.