miércoles, 9 de noviembre de 2022

Plan quinquenal en salud

La situación del acceso igualitario y oportuno a la salud en Chile es dramática cómo lo demuestra un informe de la Subsecretaría de Redes Asistenciales de febrero del presente año a pesar que el gasto real para el sector se ha duplicado en el último decenio. Dos millones de pacientes en listas de espera, trescientas quince mil cirugías postergadas, cincuenta y cuatro mil patologías Ges postergadas, ocho mil pacientes de cáncer no atendidas son el reflejo de una situación postpandemia difícil y décadas de políticas públicas orientadas al gasto y no al paciente, a la prevención y a la modernización del Estado. La solución de los problemas trasciende las legítimas posiciones políticas y es tarea de todos buscar soluciones. Innumerables comisiones e informes de expertos no avanzan en la solución de los problemas reales de la salud. La excesiva politización e intereses del gremio de la salud, los dogmatismos y voluntarismos se traducen en no poder avanzar en este campo y un ejemplo es el Informe Caldera que no se pudo implementar. Los pacientes también tienen derechos humanos.

Un sistema de salud se construye poniendo al paciente en el centro de una política pública en salud con un criterio de Estado. El paciente y no otro es el eje de una política pública en salud pudiendo elegir libremente el prestador siendo este un seguro público o privado. El gasto debe estar orientado a la prevención y salud primaria desde el Estado debe actualizar su política pública fomentando los planes preventivos y un ejemplo de buenas políticas públicas son el trabajo de las Mutuales de Seguridad. Los problemas de obesidad infantil, alcoholismo juvenil, salud mental son graves en Chile. Debemos superar los criterios de la vieja salubridad pública donde hoy existe una trascendente inversión privada que ha mejorado notablemente la salud en Chile y la tecnología que va a cambiar los paradigmas en tratar las enfermedades. Un Estado moderno con Vicepresidencias Ejecutivas, Hospitales con Directorios y Gerencias con criterios de productividad, la maximización de recursos mediante las Concesiones hospitalarias moderniza la salud pública y posibilitan la obtención de recursos mediante Fundaciones, empresas y otros.

En Chile hay capacidad profesional para diseñar una buena política de salud mirando las enfermedades del 2030, la situación demográfica, los avances de la tecnología (diagnóstico por imágenes, robótica, endoscopía entre otros) y entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos médicos, Tens, ingenieros técnicos e ingenieros biomédicos, economistas tenemos capacidad de diseñar y construir un buen sistema de salud con un criterio de Estado y poniendo al paciente al centro ¿es el servicio militar social una herramienta del Estado de educación sanitaria? ¿es el Fondo Único la solución de los problemas de la salud o un nuevo mal uso de recursos? ¿Está Fonasa capacitado para incorporar más de tres millones de pacientes privados? Construyamos entre todos un plan quinquenal en salud que trascienda el Gobierno de turno, con un criterio solidario de acuerdo a la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Naciones Unidas que Chile suscribió “Toda persona tiene derecho, así como a su familia, salud y bienestar, incluyendo asistencia médica” y forma parte de las políticas de Seguridad Social. Los pobres no pueden esperar.



Jaime Calderón Riveros
Ingeniero Comercial



Santiago, noviembre 9, 2022

domingo, 21 de agosto de 2022

Fondo Único ¿resuelve los problemas de la salud?

El Fondo Único es una larga aspiración de la escuela de la salubridad pública chilena y es necesario preguntarse si efectivamente resuelve el acceso igualitario y oportuno a una buena salud. Sin una modernización profunda del Estado esta vieja aspiración es letra muerta. Es un concepto políticamente muy atractivo, pero técnicamente de compleja implementación y consagra en monopolio del Estado sobre los pacientes.  Es el nuevo elefante blanco de la salud pública donde el gasto real se ha duplicado en el último decenio (ver referencias de la Comisión de Productividad, Observatorio Fiscal y hasta la Fiscalía Económica). Un informe de la Subsecretaría de Redes Asistenciales de febrero de este año menciona que existen más de dos millones de consultas de especialistas en listas de espera, trecientas quince mil intervenciones quirúrgicas postergadas, ocho mil atenciones de cáncer postergadas, cincuenta y cuatro mil atenciones de garantías Ges atrasadas. Las cifras son dramáticas que conducen a la muerte de miles de pacientes ¿resuelve el seguro único este problema? ¿está en condiciones técnicas Fonasa de atender tres millones trescientos mil usuarios de la seguridad privada de los cuales alrededor de un millón tienen enfermedades pre existentes?

Hay una confusión con entregar a todos los pacientes un Seguro Único Garantizado sin exclusiones ni pre existencias que permita tener un acceso oportuno e igualitario a los prestadores en salud de acuerdo a la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que Chile suscribió “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que asegure, así como a su familia, salud y bienestar, incluyendo asistencia médica” y es parte de los principios de la Seguridad Social. El paciente, el gran olvidado de las políticas públicas en los últimos decenios, debe estar al centro de toda política pública en salud. Este seguro debe ser mixto con financiamiento público y privado y un buen ejemplo es Inglaterra donde están migrando de un Fondo Único a un sistema mixto por el aumento de las listas de espera.

En este período de adecuación a un Plan Único en Salud se debe actuar con cautela y prudencia, que ha faltado en estos días, lo que puede provocar la mayor crisis sanitaria en décadas. Fonasa tiene serias limitaciones técnicas de absorber tres millones de pacientes sin producir un fuerte colapso sanitario y los seguros privados no cumplen los estándares de una seguridad social moderna donde predomina lo económico por sobre las enfermedades y la solidaridad. Un sistema mixto, donde el paciente debe ser el eje de una política pública en salud, debe considerar un financiamiento del Estado y un financiamiento privado que permita maximizar recursos. La modernización del Estado, postergada por decenios (un ejemplo es el Informe Caldera del ex Ministro Carlos Massad) es sustantivo a implementar un nuevo sistema en salud.

Los ejes de una salud moderna debe considerar en primer lugar al paciente como eje de toda política pública con capacidad de elegir libremente el prestador , una modernización del Estado con un Ministerio de Salud rector con Vicepresidencias Ejecutivas y hospitales públicos con Directorios y Gerencias  y manejo coordinado de la red hospitalaria pública, privada, mutuales de seguridad y hospitales de las FFAA cómo quedo demostrado en la pandemia y finalmente una política preventiva moderna, actuar antes que se produzca la enfermedad cómo nos enseña la milenaria cultura china, incorporando los avances tecnológicos.

La Constitución no garantiza los derechos a la salud y es habitual en América Latina describir una lata lista de intenciones que no se cumplen. Una constitución debe garantizar el acceso igualitario y oportuno a la salud teniendo como eje central el paciente dándole capacidad de elegir el seguro público o privado, donde el Estado tenga un rol rector y coordinador, privilegiando la salud primaria.  

El voluntarismo, la improvisación, el dogmatismo, los intereses de los gremios son el gran problema de la salud en Chile. El Fondo Único sin una modernización del Estado no resuelve los problemas de la salud, es un empobrecimiento de la clase media y un engaño para la gente humilde. Cómo decía el filósofo Jorge Millas, sentémonos a conversar pensando que no se nada para en conjunto construir verdad. Chile tiene capacidad profesional para construir un buen sistema de salud.



Jaime Calderón Riveros


Santiago, agosto 21, 2022


jueves, 28 de julio de 2022

Seguro Único y Modernización del Estado

La salud fue noticia otra vez por la declaración del director de Fonasa que las ISAPRES no van a formar parte de la Seguridad Social y que los cobros del 7% van a pasar a un Fondo Único. Es una vieja aspiración de escuela de salubridad pública que tiene nostalgia de los hospitales públicos de los 50´s que no se considera que el paciente es el objeto de toda política pública en salud, no considera los avances de la tecnología que cambian los paradigmas en tratar las enfermedades, no considera la fuerte inversión privada trascendente en que Chile tenga buenos índices en salud cómo la esperanza de vida de 81 años que incluso supera a Estados Unidos.

 ¿Mejora el acceso igualitario y oportuno a la salud un Fondo Único sin modernizar el Estado? ¿es eficiente el monopolio del Estado donde los pacientes no van a tener la capacidad de elegir libremente el prestador?

La seguridad social moderna evoluciona hacia sistemas mixtos donde el Estado tiene un rol directriz que interactúa con seguros privados, mutualidades de accidentes del trabajo mejorando la asignación de recursos que se traduce en una mejor salud para todos. En Chile el gasto en salud crece un 8% real anual (por sobre el promedio de los países de la OCDE) y las listas de espera, la falta de especialistas, el endeudamiento hospitalario continúa igual y mueren miles de pacientes esperando una cirugía incluyendo cáncer.  Sin modernizar el Estado no se mejora el acceso a la salud y una demostración son las millonarias defraudaciones a Fonasa y Licencias Médicas. Se avanza en algunos aspectos cómo las declaraciones de la ministra de Salud que habla de “extender los horarios” (racionalizar la inversión) en el marco de los informes de la Comisión de Productividad que permiten disminuir las listas de espera.

Lo sustantivo es preguntar si cotizar en un Fondo Único va a solucionar los problemas de la salud sin una “Modernización del Estado” eliminando la capacidad de elegir del paciente.

Sabio es el filósofo Jorge Millas que decía “hay que sentarse y pensar que no se nada, escuchar al otro y en conjunto producir verdad”. En los tiempos actuales en la solución de los problemas de la salud participan médicos y profesionales de la salud, economistas, arquitectos, ingenieros e ingenieros biomédicos entre otros. Los dogmatismos, voluntarismos hacen un enorme daño en la solución de los problemas de la salud.

Los ejes de una seguridad social moderna son definir al paciente al centro de toda política pública en salud y que este tenga la capacidad de elegir libremente el prestador, la modernización  del Estado con un Ministerio rector de las políticas públicas con Vicepresidencias Ejecutivas y Hospitales con Directorios y Gerencias en base a productividad que capten recursos de la comunidad viva como Instituciones de Beneficencia, Amigos del Hospital, empresa, donaciones que son fuentes de financiamiento, la prevención y salud primaria donde se debe focalizar el gasto (actuar antes que se produzca la enfermedad nos enseña la milenaria cultura china) en que hay graves problemas cómo la obesidad infantil, alcoholismo, la drogadicción, salud mental que debe ser abordado con criterio de Estado estableciendo planes trienales, quinquenales, decenales, la tecnología es un importante aporte a mejorar la salud (tecnología 5G, robótica, diagnóstico por imágenes, nanotecnología, telemedicina), Seguro Universal Catastrófico solidario es sustantivo a una Seguridad Social moderna y el Estatuto de los Trabajadores de la Salud haciéndolo participar en los resultados de la gestión  son ejes de un sistema de salud que permita un acceso igualitario y oportuno a la salud sin excusiones económicas o de enfermedades.

Chile está muy fracturado y se necesita sensatez y mucha generosidad y visión de Estado para avanzar en salud. Los dogmatismos, voluntarismos, improvisación, politización, intereses tienen paralizado la modernización del sector. Con la ayuda de Dios tenemos una gran oportunidad y Chile tiene capacidad profesional para construir un buen sistema de salud.

 

Ing. Jaime Calderón Riveros  

 

Santiago, julio 28, 2022

lunes, 4 de julio de 2022

Modernización del Estado en Salud

El tema salud es recurrente en los últimos veinte o treinta años donde se han formado Comisiones, efectuado trabajos de organismos de estudio sobre Modernización del Estado sin considerar la salud que represente el 40% del gasto público después de educación, informes de la Comisión de Productividad muy asertivo, Observatorio Fiscal sobre eficiencia del gasto y hasta de la Fiscalía Económica sobre el mal uso de recursos públicos.

Se avanza, pero poco y en la última Cuenta Pública se menciona el Fondo Universal de Salud cómo eje central de la futura política en salud y la Ministra habla de “extender los horarios” (racionalizar la inversión) para poder solucionar el problema de las listas de espera entre otros. 

Lo sustantivo es preguntar si el Seguro Único en un Fondo Universal va a solucionar los problemas de la salud sin una “Modernización del Estado”. 

Hay un enfoque romántico de la Seguridad Social de los 50´s con grandes hospitales públicos y sus catedráticos que ha sido superado por el avance de la medicina, la incorporación de la tecnología y la importancia de la prevención que cambia radicalmente la forma de tratar las enfermedades (estamos en la época de la robótica y la computación). El Covid-19 desnudó nuestro precario sistema preventivo. Esta es la razón sustantiva porque no se avanza y el gremio médico es fuerte (ahí está el Informe Caldera de Carlos Massad). 

En los tiempos actuales en la solución de los problemas de la salud participan médicos y profesionales de la salud, economistas, arquitectos, ingenieros e ingenieros biomédicos entre otros y como decía el Filósofo Jorge Millas “hay que escuchar al otro para producir verdad”.

En suma, Modernizar el Estado en Salud es sustantiva para tener un acceso igualitario y oportuno a los sistemas de salud, sin carencias ni exclusiones. Esto implica un Ministerio Rector de las políticas públicas con Vicepresidencias Ejecutivas (Prevención, Red Hospitalaria, Infraestructura, Medio Ambiente. Tecnología entre otras). Hospitales con Directorios y Gerencias en base a productividad (es absurdo que los Hospitales Públicos no tengan Gerentes). Incorporar a la “Red Viva” de la Comunidad cómo Instituciones de Beneficencia, Empresas, Grupos de Amigos del Hospital que so fuente de recursos. Mejorar radicalmente el sistema de compras públicas. El Estado compra caro y compra mal. Bases técnicas mal confeccionadas, compras que quedan en bodegas por exceso de voluntarismo entre otros, produciendo un enorme sobre gasto. Aquí hay un trabajo pendiente entre Hacienda, Cenabast, Chile Compra, Inversiones del Ministerio, Sociedades Científicas y Proveedores. 

En centro de toda política pública en salud debe ser el paciente, el “gran olvidado” por años. Este debe tener libertad de elección del prestador sea público o privado lo que “de por sí” produce eficiencia (esto lo explica mejor un alumno de Economía I). El monopolio del Estado es el gran causante de la desigualdad en salud y hay un fuete crecimiento de la libre elección (Sermena lo tenía). Se da la paradoja que los pacientes Fonasa no tienen capacidad de elegir el prestador y los pacientes privados tienen la posibilidad de elegir múltiples prestadores. La gran pregunta ¿Cómo va a operar el seguro público? ¿cómo van a operar los seguros privados? ¿Cuál va a ser el plan garantizado en salud? ¿Va a existir un plan catastrófico obligatorio en salud? ¿se ha estudiado un subsidio directo a los más desposeídos y su costo? Hoy son más las incertidumbres que las certezas. 

Hoy hay una gran oportunidad de avanzar en salud creado un sistema que, en mi opinión debe ser mixto cómo en la mayoría de los países, con un Estado Rector, el paciente cómo eje de las políticas públicas, un severo sistema preventivo ¿Servicio Militar Social Obligatorio los fines de semana cómo herramienta del Estado en la educación sanitaria y mejorar la educación y producir cohesión social, como en Israel? Un sistema de seguros públicos y privados con libertad de elección del prestador son en mi opinión, ejes de una política pública en salud. 



Ing. Jaime Calderón Riveros 

Santiago, junio 3, 2022

viernes, 29 de abril de 2022

Los pacientes en el centro de las políticas en salud


La Convención Constitucional aprobó la norma que el Sistema de Salud será de carácter universal, público e integrado que será financiado a través de cotizaciones obligatorias y por rentas generales de la nación. Corresponderá exclusivamente al Estado la función de rectoría del sistema de salud incluyendo la regulación, supervisión y fiscalización de las instituciones públicas y privadas.

En una larga descripción de derechos basada en los principios de la Seguridad Social de los años 50’s supera cualquier Constitución de América Latina. Universalidad, solidaridad, integridad, unidad, igualdad, suficiencia, participación, sostenibilidad, oportunidad, protección en caso de enfermedad, vejez, discapacidad, supervivencia, maternidad y paternidad, desempleo, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, equidad, solidaridad, interculturalidad, pertenencia territorial, desconcentración, eficacia, calidad, oportunidad, enfoque de género, progresividad y no discriminación. Es difícil encontrar más palabras para incorporar a esta lata lista de derechos. En general es un concepto con un enfoque Estatal de la Seguridad Social superada por la modernidad que no considera el avance de la medicina actual, la tecnología que cambia radicalmente la forma de enfrentar las enfermedades, tampoco considera la actual organización del sistema de salud chileno, los modernos sistemas de prevención de las Mutuales y lo más grave, se olvidó del paciente, objeto de toda política pública en salud.

La salud es “equilibrio orgánico” y la Organización Mundial de la de la Salud desde 1948 la define como “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente de ausencia de afecciones o enfermedades”. Hay diferentes visiones entre los salubristas públicos, economistas, médicos, profesionales de la salud en la forma cómo enfrentar la solución para tener un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud, que es un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La Constitución no soluciona los problemas de la Salud y es extraordinariamente grave para los pacientes fijar políticas públicas en la solución de los problemas de la salud sin una visión de Política de Estado que oriente los recursos, siempre escasos, en forma eficiente. En Chile, cómo en todos los países de desarrollo relativo existen sistemas mixtos donde el Estado tiene un rol sustantivo, pero es complementado con sistemas de prevención y seguros privados. Establecer que el monopolio Estado va a solucionar los problemas de la salud es un error grave que va a incrementar severamente la solución en las atenciones de las enfermedades en los pacientes, va a aumentar las listas de espera y va a aumentar el fallecimiento de pacientes. Una política pública adecuada para que todos los chilenos tengan un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud sin carencias ni exclusiones es algo muy distinto que fijar un monopolio del Estado en la salud eliminando el derecho de los pacientes de elegir libremente el prestador mediante seguros públicos o privados. ¿Tienen Derechos Humanos estos pacientes eternamente postergados, generalmente los más desposeídos? ¿Quién responde?

En mi opinión, la Constitución debe establecer un marco regulatorio en base a ciertos principios de la seguridad social moderna en un concepto de Política de Estado.

Primero: se debe fijar constitucionalmente que el eje central de toda política pública en salud debe ser la persona (o paciente) quien debe tener la libertad de elegir libremente el prestador mediante un seguro público o privado sin exclusiones y el Estado debe garantizar este derecho a un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud (muy obvio pero la discusión académica se olvida).

Segundo: es el Estado por intermedio del Ministerio de Salud es el rector responsable de establecer las políticas públicas del sector bajo cuyo mandato se coordina toda la red hospitalaria pública, privada, mutuales de Seguridad, Hospitales de las FFAA en un irrestricto respeto al medio ambiente y su entorno. El Estado se debe organizar de acuerdo a los tiempos actuales incorporando la tecnología que permitan enfrentar en mejor forma las enfermedades actuales.

Tercero: la prevención debe ser el eje de toda política pública en salud estableciendo un “Sistema Nacional Preventivo en Salud” dependiendo del Ministerio de Salud y canalizando la Salud Primaria, los Centros de Salud Municipales, Consultorios, Mutuales, programas deportivos usando la tecnología y programas preventivos focalizados.

El éxito de una buena política pública en salud debe tener como eje central ser tratada como Política de Estado, modernizando severamente el Sector Público de acuerdo a los tiempos actuales incorporando la tecnología en planes preventivos donde debe estar el foco del gasto, fomento del deporte, seguros públicos y privados que compitan subsidiando a los más desposeídos que garanticen sus derechos, fortalecimiento del plan Ges en ayuda directa a los pacientes, un política de medicamentos en que el Estado corrija las distorsiones del mercado otorgando subsidios directos, un seguro catastrófico universal y un Estatuto de los Trabajadores de la Salud que los proteja son ejes centrales de una política pública en salud que efectivamente permita tener un acceso igualitario y oportuno a la salud.

Aprovechemos esta oportunidad en avanzar en la solución y no seguir estancados en conceptos de la seguridad social de los 50´s superados por la modernidad, las enfermedades y la tecnología.





Ing. Jaime Calderón Riveros

Santiago, abril, 2022

miércoles, 12 de enero de 2022

Constitución y Salud: Modernización del Estado

La salud es un tema recurrente entre las prioridades de las necesidades de la gente. En los últimos decenios hay una discusión académica en mejorar el acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud que sigue siendo una utopía para las grandes mayorías a pesar que el gasto crece el último decenio un 8% en términos reales muy por sobre los países de la OECD. Exceso de dogmatismo, voluntarismo, improvisación, politización, intereses tienen la modernización del sector estancada traduciéndose en que en Chile mueren miles de personas en listas de espera esperando un especialista o una cirugía, incluyendo cáncer. Se necesita actuar con generosidad y criterio de Estado.



I.- Aspectos Constitucionales

La Nueva Constitución no soluciona los problemas de la salud y es solo un marco de referencia para que él Estado actúe en políticas públicas en función a los parámetros determinados en la Constitución.


Primero: se debe fijar constitucionalmente que el eje central de toda política pública en salud debe ser la persona (o paciente) quien debe tener la libertad de elegir libremente el prestador sea este un seguro público o privado y el Estado debe garantizar este derecho (muy obvio, pero en la discusión académica de olvida)


Segundo: el Estado por intermedio del Ministerio de Salud es el rector y responsable de establecer las políticas públicas del sector bajo cuyo mandato se coordina toda la red hospitalaria pública, privada, Mutuales de Seguridad y Hospitales de las FFAA, con un irrestricto respeto al medio ambiente y su entorno.


Tercero: se debe establecer con rango constitucional que la salud es un derecho de todos a tener un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud de todos los habitantes de Chile teniendo los pacientes deberes en prevención y cuidado de su salud y derechos en ser atendidos oportunamente.


Cuarto: se debe establecer, también con rango constitucional, que la prevención debe ser el eje de toda política pública en salud estableciendo un “Sistema Nacional Preventivo en Salud” dependiendo de Ministerio de Salud y canalizado por intermedio de la Salud Primaria, de los Centros de Salud Municipales, Consultorios, Mutuales usando la tecnología y planes preventivos.


En mi opinión debemos evitar el verbo tan habitual en nuestra cultura latina que es inconducente a una mejor salud, como lo demuestran las Constituciones de América Latina llenas de derechos incumplidos. La Nueva Constitución debe establecer parámetros genéricos (Alemania no menciona la salud en su constitución). Sin la modernización del Estado el acceso igualitario y oportuno es letra muerta.



II.- La Salud cómo Política de Estado

No es fácil avanzar en salud por la complejidad del sector que aborda la esencia del hombre que es la vida misma e interactúan profesionales de diversas disciplinas cómo médicos, enfermeras, tecnólogos y diversos profesionales de la salud, arquitectos, ingenieros, economistas cada uno con su particular visión lo que hace complejo su solución. Que sabio fue el filósofo Gomes Millas “para dialogar debo pensar que no sé nada para entender lo que el otro me quiere decir y en conjunto construyamos algo mejor”. Planteo siete ejes centrales con un criterio de Estado para, en mi opinión, poder avanzar y obtener un real e igualitario acceso a la salud.


Primero: Prevención

Establecer a la prevención cómo eje central de toda política pública en salud, “actuar antes que se produzca la enfermedad” nos enseña la milenaria cultura china, pensando en la situación epidemiológica actual, en el aumento de las expectativas de vida y en las enfermedades del futuro usando la tecnología en la detección precoz de enfermedades. Problemas graves de salubridad pública como la obesidad infantil, el alcoholismo y la drogadicción, el sedentarismo, salud mental, accidentes debe ser abordado con un criterio de Estado estableciendo planes trienales, quinquenales o decenales en abordándolos severa y enérgicamente profundizando los programas actuales. Pregunto ¿es el servicio militar social obligatorio los fines de semana una herramienta del Estado para mejorar la educación sanitaria y producir cohesión social? (como en Israel) ¿Cómo vamos a abordar el problema cultural del alcoholismo juvenil y obesidad, por ejemplo, sin una política pública severa?


Segundo: Modernización del Estado

La modernización del Estado en salud es tarea por decenios postergada y es sustantiva para tener una salud de acceso igualitario y oportuno. Cómo se mencionó, el gasto en salud ha crecido continuamente con un crecimiento de la productividad hospitalaria que es la mitad del sector privado sin resolver los problemas de un amplio sector de la población, enormes inversiones subutilizadas y un importante sobre gasto en salud cómo lo demuestran estudios de la Comisión de Productividad, Observatorio Fiscal e incluso de la Fiscalía Económica. Se necesita una re ingeniería radical estableciendo un Ministerio de acuerdo a los tiempos actuales, con Vicepresidencias Ejecutivas, Hospitales con Directorios y Gerencias e incorporando a la “Comunidad Viva” como Sociedades de Beneficencia, Empresa que es fuente de recursos. Sin una profunda modernización del Estado en Salud cualquier política pública es “letra muerta” a pesar que los derechos queden garantizados en la nueva constitución.


Tercero: Tecnología

El sector salud no debe estar ausente del explosivo crecimiento de la tecnología que debe ser usado en la modernización del sector que tiene y va a tener un importante rol y va a cambiar los paradigmas en tratar enfermedades y es causa sustantiva del aumento de las expectativas de vida (Chile tiene una esperanza de vida actual de 81 años, superior a Estados Unidos y por sobre los países de América Latina). La tecnología 5G va a optimizar la ubicación del paciente, el centro hospitalario, el traslado y apoyo médico en forma oportuna y eficiente. La telemedicina para apoyar en forma remota localidades extremas con la atención de especialistas. La nanotecnología va a permitir el traslado de fármacos en forma controlada obteniendo mayor eficacia. La robótica permite efectuar ciertos procedimientos en forma más segura y eficiente y con el desarrollo de la inteligencia artificial va a permitir tener la experiencia no de un cirujano sino de miles de cirujanos obteniendo un mejor diagnóstico. El desarrollo del diagnóstico por imágenes (CT, MRI) permite detectar en forma precoz enfermedades como el cáncer de páncreas, próstata y otras. Debemos tener conciencia que la tecnología va a cambiar la forma de tratar las enfermedades del futuro y me pregunto ¿está nuestro sistema hospitalario capacitado para enfrentar este desafío? ¿Tenemos una ficha única que nos permita materializar el anhelado hospital digital?


Cuarto: Acceso Igualitario mediante seguros públicos y privados

El acceso igualitario y oportuno a una salud digna es anhelo y aspiración Impostergable la que no debe tener restricciones de financiamiento, pre existencias donde la salud es un bien social cómo lo define la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que Chile suscribió “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que asegure, así como a su familia, salud y bienestar, incluyendo asistencia médica” y es parte de los principios de la Seguridad Social. En Chile existe un seguro público (Fonasa) que atiende en hospitales públicos, carentes de recursos y especialistas, a cerca del 80% de los pacientes que no tienen opción de elegir y seguros privados (Isapre) que atienden sobre 3,3 millones de chilenos con múltiples planes y prestadores que el paciente puede elegir libremente, con una fuerte inversión privada.
Es aquí, el monopolio del Estado sobre los pacientes, donde está la esencia de la inequidad en el acceso a una salud igualitaria. Si se otorga libertad de elección de los pacientes, subsidiando directamente a los más desposeídos, posibilita un mejor acceso igualitario a la salud y, en mi opinión, es la piedra angular para tener un acceso igualitario y oportuno a la salud (como anécdota informativa el antiguo Sermena permitía la libre elección). Un seguro único complementado con aportes directos a las personas, permite optar a mejores seguros público/privados haciendo realidad el acceso a una salud igualitaria y oportuna. La competencia mejora el sistema salud global.


Quinto: Seguro Universal Catastrófico.

Un seguro universal obligatorio para enfermedades catastróficas y las denominadas “enfermedades raras” es un imperativo ético y solidario y forma parte de una política de Seguridad Social moderna. No es tolerable la ruina de familias completas por situaciones de salud.


Sexto: Plan Auge y otros financiamientos

El incremento del plan Auge garantizando el financiamiento de un mayor número de enfermedades, el aporte público/privado en la construcción y habilitación hospitalaria que maximiza recursos públicos, la incorporación de las fuerzas “vivas” de la sociedad como la beneficencia, las “damas de hospital”, los aportes privados, las donaciones con beneficios tributarios son herramientas de un Estado moderno y fuente trascendente de financiamiento. La incorporación de las Sociedades Científicas por intermedio del Ministerio de Salud, el catastro de proveedores de la salud con sistemas controlados por el Estado mejorando las compras públicas, contribuyen a tener una mejor salud en los próximos decenios con un criterio de Estado.


Séptimo: Estatuto de los Trabajadores de la Salud.

El Estatuto de los Trabajadores de la Salud es otro eje central en una política pública en salud, haciéndolos participar en los resultados de la gestión. Vemos con preocupación la agresión a recintos hospitalarios, un bien de uso público, como al personal que ahí trabaja, que es inaceptable y hace compleja su labor.



III.- Resumen

En suma, lo trascendente para que haga realidad un acceso igualitario, oportuno y asequible para todos los chilenos son un enfoque modernizador con criterio de Estado de nuestro sector público mejorando la gestión, focalizar el gasto a la prevención y sector primario eje central de toda política pública, libertad de elección de los pacientes para que elijan libremente el prestador subsidiado a los de menores recursos mediante un seguro universal único complementado con aportes directos del Estado a las personas para que estos puedan optar a mejores seguros públicos o privados, el uso de la tecnología, un seguro catastrófico universal, incrementar el plan Auge y un acuerdo público/privado que permita maximizar los recursos del Estado incorporando a la “comunidad viva” y un Estatuto de los Trabajadores de la Salud son ejes centrales para una política del sector con visión de Estado. Que Dios ilumine a Chile en este trascendental momento.


Ing. Jaime Calderón Riveros

Santiago, enero, 2022