Santiago, diciembre 6, 2023
miércoles, 6 de diciembre de 2023
Salud y Estado de Derecho
Santiago, diciembre 6, 2023
viernes, 1 de diciembre de 2023
Liderazgo en salud
Santiago, diciembre 1, 2023
jueves, 3 de agosto de 2023
Hacia un sistema mixto en salud
lunes, 3 de julio de 2023
Hacia una salud igualitaria
Esta resolución obedeció juicios presentados desde el año 2007 y está en el marco jurídico del Tribunal de revisar la constitucionalidad de las leyes.
2) El 11 de diciembre del 2019 la superintendencia de Salud emitió la Circular 343 interpretando la Resolución del Tribunal Constitucional del 2010, determinando una tabla única de factores.
3) El 30 de noviembre del año 2022 la Tercera Sala de la Corte Suprema dictaminó que la tabla única de factores se debía aplicar desde la fecha de la Circular de la Superintendencia de Salud de diciembre del 2019.
4) En entrevista del 4 de junio del 2023 en La Tercera la ministro de la Tercera Sala de la Corte Suprema mencionó que la Resolución de la Corte se aplica solo a los incumbentes que presentaron recurso de protección como le determina el artículo 3 del Código Civil “las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se pronunciaran”.
5) La Superintendencia de Salud presentó un recurso de aclaración a la Tercera Sala en relación con precisar el sentido de la resolución judicial que aclarara si la sentencia tenía efectos generales o particulares dictaminando por resolución unánime, presidida por el magistrado Sergio Muñoz, “no hay nada que aclarar”. Es de notar que no estaba la Magistrada Angela Vivanco por estar con permiso.
b) No encontré en la lata Sentencia del Tribunal Constitucional se preguntará por criterios de reajustabilidad en la industria de los seguros, como son los planes de salud. Estos funcionan mediante tabla de riesgos y es obvio que existió una aplicación abusiva de la tabla de riesgos que debió ser corregida oportunamente. Creo interesante conocer la forma de cálculo de la industria de los seguros.
c) En mi opinión la sentencia de la Tercera Sala de la corte Suprema de noviembre del 2022 obedeció principalmente al atochamiento de Causas por los miles de recursos de protección presentados.
d) La “interpretación de las leyes” de nuestros jueces es un problema extraordinariamente grave porque distorsiona la aplicación de la justicia. No se entiende que una resolución de un Tribunal Superior no respete el Código Civil.
e) Esta situación traspasa un problema que debe ser resuelta por el Poder Ejecutivo al ámbito legal.
Desde que se presentaron los primeros recursos de protección el año 2007 a la fecha han existido cinco gobiernos de distintas sensibilidades políticas, diez ministros/as de Salud, nueve Subsecretarios/as de Salud, ocho Superintendentes de Salud.
2) La presentación de la Fen de un trabajo encargado por Banmédica establece una cifra similar de U$ 1442 millones entre mayo del 2020 y mayo del 2023 que equivale a 3,2 veces el patrimonio de las Isapres. El estudio menciona que tendría un efecto global sobre el sistema de U$ 3372 millones y demorarían 17,69 años en recuperar este desembolso (10,44 años si se toman los tres mejores años sin pandemia).
3) Un estudio de la Universidad Andrés Bello menciona seis escenarios distintos de acuerdo con la interpretación del fallo.
III.- Cuestión previa
El objetivo de la presentación de la denominada “ley corta” es resolver el problema de los seguros privados que afectan todo el sistema, público y privado, sector donde existe una enorme incertidumbre.
En entrevistas a la prensa el director de Fonasa ha declarado “que las Isapres desaparecen del sistema de salud en Chile” y es el mismo criterio del Superintendente de Salud. Se ha mencionado un seguro complementario de Fonasa destinado a captar los pacientes de las Isapres.
Es obvio que para poder avanzar debemos preguntarnos ¿Qué sistema de salud queremos? ¿Un sistema de seguro único manejado por Fonasa con un Fondo Único que capte las cotizaciones de los pacientes más recursos estatales?
En un informe de la Subsecretaria de Redes Asistenciales de este año 2023 al 31 de diciembre del 2022 existían 61191 patologías Ges no cumplidas de las cuales 12346 corresponden a diferentes diagnósticos de cáncer que reflejan la grave crisis de la salud a pesar de haber duplicado el gasto público el último decenio.
¿Está capacitado Fonasa de recibir más de tres millones de pacientes? ¿Qué sucede con los derechos de los pacientes de las Isapres? ¿Qué sucede con la inversión privada en el sector salud y el riesgo que el Estado sea demandado en la Ciade al cambiar el sistema?
En mi opinión, sin resolver “la cuestión previa” es difícil avanzar en la solución del problema de la salud en Chile
El objetivo de todo sistema de salud es otorgar atención oportuna e igualitaria al acceso a los servicios de salud que debe ser universal, que no produzca discriminación alguna por raza, situación económica, preexistencia estableciendo al centro de una política pública en salud al paciente (el gran olvidado) como lo determina el juramento hipocrático “la salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo”.
Chile suscribió la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Naciones Unidas “Toda persona tiene derecho, así como su familia, a salud y bienestar incluyendo asistencia médica y es parte integral de las políticas de seguridad social.
El destacado filósofo Jorge Millas Jimenez de la Universidad de Chile nos enseñaba “sentémonos a conversar como si no sé nada para entender lo que el otro me quiere decir y de esta forma producir verdad”. Los dogmatismos, las improvisaciones, los voluntarismos y los propios gremios de la salud son el gran problema para avanzar en salud.
En Chile existe capacidad profesional entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos, Ten´s, ingenieros, arquitectos, economistas de construir un buen sistema de salud enfocado al paciente.
En mi opinión hay ejes sustantivos para establecer una Política de Estado en Salud en los criterios de la salubridad pública moderna, de los cambios demográficos y del desarrollo de la tecnología.
Primero: el paciente
El paciente (y no otro) debe ser el objeto central de toda política pública en salud.
Segundo: la modernización del Estado
Como quedó demostrado en la pandemia, el Ministerio de Salud debe ser el rector de toda política pública en salud. Un Ministerio con vicepresidencias ejecutivas, hospitales públicos con directorios y gerencias incorporando la variable productividad y que capten recursos de instituciones de Beneficencia, empresa y otros.
Tercero: la prevención
El foco del gasto debe estar en la prevención y la salud primaria incorporando tecnologías como diagnóstico por imágenes, ecotomografía, mamografía, colonoscopía que son herramientas sustantivas en la detección precoz de enfermedades. La alfabetización sanitaria es una herramienta sustantiva en la prevención. Actuar antes que se produzca la enfermedad nos enseña la milenaria cultura china. Se debe establecer un plan nacional preventivo en salud integrando a las Mutualidades de Seguridad.
Cuarto: un acuerdo público y privado
En Chile existe un sistema mixto con hospitales públicos, hospitales privados, hospitales de las FFAA y Mutuales de Seguridad.
La forma directa de que los pacientes tengan un acceso igualitario y oportuno a la salud es que el Estado mediante Fonasa, que debe actuar como un seguro público, otorgue directamente financiamiento a los pacientes, usuarios del sistema.
El Estado mediante el Ministerio de salud moderno coordina la atención de los pacientes en toda la red pública y privada. Con esto se termina el problema de las listas de espera, cirugías postergadas, atención de pacientes con patologías con cáncer.
El financiamiento proviene de cotizaciones individuales más aportes del Estado.
En la modernización del Estado se estudia licitar los edificios de la red pública, no los servicios médicos (mantención, equipamiento, aseo, lavandería, seguridad) estableciendo los hospitales como unidades económicas con directorios y gerencias, obteniendo los trabajadores un porcentaje en los resultados de la gestión.
Quinto: Garantías Ges
El plan garantizado Ges se extiende a todos los exámenes preventivos y salud primaria y curativos otorgando un subsidio directo a las personas atendido por Fonasa o financiamiento privado en el caso de las Mutualidades de Salud.
Sexto: Capacitación
La capacitación de los profesionales de la salud es un problema de Estado que debe ser coordinado por intermedio de las Sociedades Científicas
Séptimo: Seguro catastrófico universal
Establecer un seguro de enfermedades catastrófico universal y para enfermedades raras.
Octavo: Estatuto de los Trabajadores de la Salud
Un estatuto especial que los proteja de las agresiones e incentive la carrera funcionaria.
Comentario
Lo central en la solución del grave problema de la salud es la modernización del Estado donde se necesita mucha ingeniería en el diseño del sistema que debe estar enfocado al nuevo perfil demográfico, a las nuevas enfermedades y lo esencial, orientado al paciente. Mientras no se superen los criterios de una vieja salubridad pública que asigna al Estado un rol protagónico y no al paciente la libertad de elección, difícilmente se avance en salud.
Santiago, julio 2, 2023
lunes, 29 de mayo de 2023
Avancemos en salud: Mutuales de Salud
El Servicio Nacional de Salud fue creado el año 1952 por los médicos Eduardo Cruz Coke Lassabe, que militaba en el partido conservador cristiano de la época, y Salvador Allende Gossens, que militaba en el partido socialista de Chile, y su objetivo era la protección de la salud de todos los chilenos. Es particularmente destacable la creación en esos años de una ley de medicina preventiva. El fin superior de la salud de los chilenos logró unir a estos dos destacados médicos en una política pública con criterio de Estado.
El destacado filósofo Jorge Millas Jiménez de la Universidad de Chile nos enseñaba “sentémonos a conversar como si no sé nada para entender lo que el otro me quiere decir, y de esta forma producir verdad”. Los dogmatismos, las improvisaciones, los voluntarismos son los grandes enemigos de la salud donde debemos actuar con prudencia y generosidad.
Consecuencia de miles de litigios presentados en la Corte después de la Resolución del Tribunal Constitucional del 6 de agosto del 2010, la Tercera Sala de la Corte Suprema emitió un fallo el 30 de noviembre de 2022 determinando el uso de una tabla de factores única aplicable desde la fecha de emisión de la Circular 343 de la Superintendencia de Salud del 19 de diciembre de 2019. Es de destacar que estos millonarios litigios representan alrededor del 10% de la masa total de afiliados donde el ejecutivo estuvo nueve años sin actuar, lo que gatilló este fallo de la Corte que afecta en forma trascendente al sistema de salud chileno.
Un buen sistema de salud debe ser universal, que no produzca discriminación por raza ni por capacidad económica, preexistencia alguna estableciendo al paciente como eje central porque este y no otro es el objeto de una política pública en salud, como lo determina el juramento hipocrático “la salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo”. Este debe tener acceso oportuno e igualitario a los servicios de salud.
La actual crisis es una gran oportunidad de construir un buen sistema de salud donde en Chile hay capacidad profesional entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos, Ten ́s, ingenieros biomédicos y técnicos, economistas, de construir sistema de salud enfocado en el paciente.
La pandemia nos demostró que es factible una participación público-privada coordinada por el Ministerio de Salud con éxito. En los conceptos de una salubridad pública moderna, una alternativa es transformar las Instituciones de Salud Previsional en Mutualidades de Salud más un Fonasa moderno con financiamiento mixto vía recursos presupuestarios y cotizaciones. Este financiamiento debe entregar un plan básico en salud igualitario para todos los usuarios del sistema y un plan básico preventivo con el objeto de que tengan un acceso oportuno a los servicios de salud sin discriminación alguna orientado a que el paciente tenga libertad de elegir libremente el prestador sea este público o privado. El Estado proveerá los recursos a los más desposeídos para que todos tengan acceso a este plan único básico.
En los criterios de la salubridad moderna es necesario entender el cambio de la matriz demográfica que nos plantea el desafío de nuevas enfermedades, que las nuevas tecnologías tienen un aporte trascendente en la medicina moderna en especial en la prevención como el diagnóstico por imágenes, ecotomografía, colonoscopía, mamografía entre otras. En este marco es trascendente la modernización del Estado con un Ministerio con vicepresidencias ejecutivas y hospitales con gerencias y directorios que capten recursos de fuerzas vivas como instituciones de beneficencia, amigos del hospital, empresa y otras. Es sustantivo orientar el gasto a la prevención y salud primaria, “actuar antes que se produzca la enfermedad” nos enseña la milenaria cultura china, a la alfabetización sanitaria que enfrente el grave problema de obesidad infantil, alcoholismo juvenil, drogadicción donde se necesita una acción del Estado en planes de mediano y largo plazo.
Potenciar la cobertura del Ges y garantizar su cumplimiento es básico en una salubridad actual. Un seguro universal catastrófico es esencial para proteger al paciente de enfermedades de alto costo en forma solidaria. La capacitación en el uso de nuevas tecnologías con participación del Estado en conjunto con las sociedades científicas es esencial en una política de salubridad moderna. Los trabajadores de la salud deben estar protegidos de agresiones y tener una carrera funcionaria.
La salud que afecta lo más esencial de ser humano que es la vida misma, y debemos construir un sistema de salud que efectivamente otorgue acceso igualitario y oportuno a todos los habitantes del Chile sin discriminación alguna. Tenemos una gigante tarea y debemos actuar con generosidad y criterio de Estado.
Santiago, mayo 25, 2023
viernes, 12 de mayo de 2023
Grave crisis en salud: un enfoque propositivo
Esta resolución de la Corte afecta severamente el sistema de salud chileno y llama la atención que fije un criterio retroactivo para la aplicación de la tabla de factores que contraviene la jurisprudencia tradicional y obedece a una doctrina de “hacer justicia” independiente de la aplicación de las leyes ¿Por qué no se determinó esta fecha y no el 6 de agosto del 2010 que es cuando el Tribunal Constitucional dictó el fallo sobre la tabla de factores o del 30 de noviembre del 2022 que fue cuando se dictó el actual fallo de la Corte Suprema? La tabla determinada por la Corte en el fallo no menciona ningún criterio de reajustabilidad. Da la impresión que es respuesta a los más de setenta mil recursos presentados en un universo de millones y que aumentan considerablemente el trabajo de la Corte. Aplicar leyes con efecto retroactivo produce una incerteza jurídica y no es la tradición histórica de las resoluciones de nuestra Corte Suprema.
El gasto público en salud se ha duplicado el último decenio enfocado a la oferta y no al paciente y los resultados son dramáticos según informes de la Superintendencia de Salud que menciona millones de pacientes en lista de espera, miles de cirugías postergadas incluido cáncer, miles de garantías Ges incumplidas. Falta una modernización del sector en los criterios de la salubridad pública moderna incorporando la tecnología y enfocada al paciente y a la prevención. Toda política de salubridad pública debe tener como centro al paciente como lo determina el juramento hipocrático de los médicos, olvidado en las últimas décadas. El acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud es un derecho humano inalienable y está suscrito por Chile en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Hay un enorme sobre gasto en salud y las improvisaciones, voluntarismos y dogmatismos han olvidado lo esencial: el paciente.
La presentación de la denominada “ley corta” apunta a fortalecer el Fonasa estableciendo el monopolio del Estado y aumentar las atribuciones de la Superintendencia de Salud. No se observan soluciones más acotadas para dar mayor certidumbre al sector salud en forma integral. Es inviable una seguridad social moderna no considere un sistema mixto en salud. La salud afecta lo más íntimo del ser humano que es la vida misma y es hora de buscar una solución razonable y viable, incluida una aclaración de la Corte, que nos permita construir un sistema de salud en los criterios de la salubridad moderna. En Chile hay capacidad profesional para construir un buen sistema de salud entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos, Ten´s, ingenieros técnicos y biomédicos, economistas enfocado al paciente, a la modernización del Estado incluyendo Fonasa, a la prevención incorporando la tecnología, a una libertad de elección que le permita a todos los pacientes tener un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud subsidiando a los más desposeídos con un plan garantizado fortaleciendo el Ges y un Estatuto de los Trabajadores que incentive la carrera funcionaria y los proteja de agresiones. Los pacientes más pobres no pueden esperar.
Santiago, mayo 12, 2023
miércoles, 3 de mayo de 2023
Racionalización del gasto en salud
martes, 25 de abril de 2023
Ejes de la Salud
Primero: toda política pública debe tener como centro al paciente para que este tenga un acceso igualitario a los servicios de salud sin discriminación alguna de ningún tipo, económico, pre existencia, raza, situación social u otro. Es el paciente y no otro el eje central de una buena política en salud que está establecido en el juramento hipocrático.
Segundo: la modernización del Estado y de Fonasa es sustantivo para una buena política pública en salud. Tener un Ministerio de acuerdo a los tiempos actuales con vicepresidencias ejecutivas, hospitales con directorios, y gerencias que consideren la productividad, tecnología y capten recursos de las instituciones de beneficencia, empresas y otros. Mejorar las compras públicas.
Tercero: la prevención y salud primaria debe ser el foco del gasto en toda política pública. Actuar antes que se produzca la enfermedad nos enseña la milenaria cultura china. La prevención debe estar al primer nivel del Estado integrando en eficiente trabajo de las mutuales de seguridad.
Cuarto: la libertad de elección del paciente de su seguro sea este público o privado que es la esencia de una buena política pública en salud. Si nuestro objetivo es el paciente no debemos limitar su capacidad de elegir libremente, estableciendo un monopolio o captura del Estado. Una moderna salubridad pública debe considerar al paciente.
Quinto: establecer un seguro catastrófico universal que proteja al paciente de los episodios de alto costo. El Estado debe actuar apoyando a los pacientes de menores recursos, y enfermedades denominadas “raras”. No es factible la ruina de familias completas por los costos en salud.
Sexto: la tecnología debe ser incorporada prudentemente en salud, y la ficha universal única es un gran desafío para la ingeniera en salud. Diagnóstico por imágenes, ecotomografía, mamografía, robótica son tecnologías que tienen un trascendente aporte en la prevención y en la cirugía. Se debe incorporar un trabajo conjunto entre las sociedades científicas, el Estado y la industria de la salud.
Séptimo: fortalecer al Ges dándole cobertura a mayor número de enfermedades, y estableciendo mecanismos de financiamiento y control para que esto se cumpla. No es factible que el Estado no cumpla como sucede actualmente, y este derecho quede en el papel.
Octavo: establecer un Estatuto de los Trabajadores de la salud que les dé un status especial, incentive la carrera funcionaria y los proteja de agresiones.
La salud, esencia de la vida, no es un problema de un sector o de otro, y debemos actuar con criterio de Estado para mejorar y resolver esta grave crisis actual. Como decía el filósofo Jorge Millas, sentémonos a conversar como si no sé nada para entender al otro, y así producir verdad. Los pacientes necesitados así lo esperan.
Santiago, abril 25, 2023
viernes, 21 de abril de 2023
Hablemos de salud
Este escenario ha llevado a una crisis global del sector salud, profundización de la crisis en el sector público, incertidumbre en la inversión privada, lo que finalmente se traduce en una dramática situación para los pacientes que son los grandes perjudicados.
La salud afecta la esencia del ser humano que es la vida misma por lo que es difícil fijar políticas públicas y es un problema de Estado que debemos resolver entre todos. Cualquier sistema de salud se construye poniendo al paciente en el centro de una política pública.
En Chile hay capacidad profesional para construir un buen sistema de salud con médicos, enfermeras, matronas, Tens, tecnólogos, ingenieros biomédicosy técnicos, economistas, como se hizo en su oportunidad en el diseño de las autopistas, en la modernización del SII y de la ex Onemi entre otros. Las improvisaciones, los dogmatismos, los voluntarismos son el gran enemigo de una buena política de salud. Seguir manteniendo criterios de la vieja escuela de salubridad pública sin considerar la mutación de enfermedades como nos enseñó la pandemia, ni tampoco la tecnología como la robótica, que nos ayuda a lograr mayor precisión en las cirugías, la endoscopía y diagnóstico por imágenes que son herramientas sustantivas en la prevención. Fonasa no tiene la capacidad técnica como para absorber a tres millones de pacientes que harían colapsar el sistema público y privado. Décadas de políticas públicas enfocadas al gasto, que se ha duplicado el último decenio, termina en más de dos millones de pacientes en listas de espera, incluido el cáncer que requieren urgencia en sus tratamientos, más de trescientas mil cirugías postergadas, más de sesenta mil patologías Ges no cumplidas según informes de la Subsecretaría de Salud. Son el reflejo de la grave y dramática crisis sanitaria. El elefante blanco de la salud pública se repite.
El filósofo Jorge Millas nos decía que hay que sentarse a conversar,“como si no se supiera nada” para producir verdad. Con un criterio de Estado debemos construir un sistema pensando en el paciente, centro de toda política pública en salud, quién debe tener la libertad de elegir un seguro público o privado. Un Estado moderno, rector de las políticas públicas como quedó demostrado en la pandemia, debe tener vicepresidencias ejecutivas, hospitales con directorios, y gerencias con criterios de productividad incorporando fundaciones en su financiamiento. Se debe orientar el gasto a la prevención y salud primaria con una fuerte alfabetización pública enfrentando los graves problemas de obesidad infantil, alcoholismo juvenil y salud mental entre otros. Asimismo se debe incorporar la tecnología como la ficha única universal, diagnóstico por imágenes y endoscopía entre otros. Es sustantivo profundizar el plan Ges y un seguro catastrófico universal en una política de salubridad pública moderna. El estatuto de los trabajadores de la salud que los proteja de las agresiones y de estabilidad laboral es otro eje de una política pública en salud. Hagamos un esfuerzo histórico entre todos para construir un sistema que otorgue acceso igualitario y oportuno a la salud y sea un orgullo para Chile.
Santiago, abril 21,2023
viernes, 10 de marzo de 2023
Hablemos de salud
Santiago, marzo 10, 2023
jueves, 2 de febrero de 2023
Crisis Sanitaria: Plan quinquenal en salud
La situación del acceso igualitario y oportuno a la salud en Chile es dramática cómo lo demuestran informes de la Subsecretaría de Redes Asistenciales a pesar que el gasto real para el sector se ha duplicado en el último decenio. Millones de pacientes en listas de espera incluido cáncer, miles de cirugías postergadas, patologías Ges no cumplidas son el reflejo de una situación postpandemia difícil y décadas de políticas públicas orientadas al gasto y no al paciente, a la prevención y a la modernización del Estado.
El filósofo Jorge Millas decía que hay que sentarse a
conversar cómo si no se nada y así producir verdad. Los problemas de la salud trascienden
las legítimas posiciones políticas y es tarea de todos buscar soluciones.
Innumerables comisiones e informes de expertos no avanzan en la solución de los
problemas reales de la salud. La excesiva politización e intereses del gremio
de la salud, los dogmatismos y voluntarismos se traducen en no poder avanzar en
este campo. Los pacientes también tienen derechos humanos.
Un sistema de salud se construye poniendo al paciente
en el centro de una política pública en salud con un criterio de Estado. El paciente
y no otro es el eje de una política pública en salud pudiendo elegir
libremente el prestador sea este un seguro público o privado. El gasto debe
estar orientado a la prevención y salud primaria desde el Estado
debe actualizar su política pública fomentando los planes preventivos y un
ejemplo son las Mutuales de Seguridad. Los problemas de obesidad infantil,
alcoholismo juvenil, salud mental son graves en Chile. Debemos superar los
criterios de la vieja salubridad pública donde hoy existe una trascendente
inversión privada que ha mejorado notablemente la salud en Chile y la
tecnología que va a cambiar los paradigmas en tratar las enfermedades. Un
Estado moderno con Vicepresidencias Ejecutivas, Hospitales con Directorios y
Gerencias con criterios de productividad, la maximización de recursos mediante
las Concesiones hospitalarias moderniza la salud pública posibilitan la
obtención de recursos mediante Fundaciones, empresas y otros.
En Chile hay capacidad profesional para diseñar una
buena política de salud mirando las enfermedades del futuro, la situación
demográfica, los avances de la tecnología (diagnóstico por imágenes, robótica,
endoscopía entre otros) y entre médicos, enfermeras, matronas, tecnólogos
médicos, Tens, ingenieros técnicos e ingenieros biomédicos, economistas tenemos
capacidad de diseñar y construir un buen sistema de salud con un criterio de
Estado y poniendo al paciente al centro. ¿Es el Fondo Único un buen sistema de
asignación de recursos? ¿Está Fonasa capacitado para incorporar más de tres
millones de pacientes privados?
Construyamos entre todos un plan quinquenal en salud
que trascienda el Gobierno de turno, con un criterio solidario de acuerdo a la
Declaración Universal de Derechos Humanos de la Naciones Unidas que Chile
suscribió “Toda persona tiene derecho, así como a su familia, salud y
bienestar, incluyendo asistencia médica” y forma parte de las políticas de
Seguridad Social. Los pobres no pueden esperar.
Santiago, febrero 2, 2023