viernes, 29 de abril de 2022

Los pacientes en el centro de las políticas en salud


La Convención Constitucional aprobó la norma que el Sistema de Salud será de carácter universal, público e integrado que será financiado a través de cotizaciones obligatorias y por rentas generales de la nación. Corresponderá exclusivamente al Estado la función de rectoría del sistema de salud incluyendo la regulación, supervisión y fiscalización de las instituciones públicas y privadas.

En una larga descripción de derechos basada en los principios de la Seguridad Social de los años 50’s supera cualquier Constitución de América Latina. Universalidad, solidaridad, integridad, unidad, igualdad, suficiencia, participación, sostenibilidad, oportunidad, protección en caso de enfermedad, vejez, discapacidad, supervivencia, maternidad y paternidad, desempleo, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, equidad, solidaridad, interculturalidad, pertenencia territorial, desconcentración, eficacia, calidad, oportunidad, enfoque de género, progresividad y no discriminación. Es difícil encontrar más palabras para incorporar a esta lata lista de derechos. En general es un concepto con un enfoque Estatal de la Seguridad Social superada por la modernidad que no considera el avance de la medicina actual, la tecnología que cambia radicalmente la forma de enfrentar las enfermedades, tampoco considera la actual organización del sistema de salud chileno, los modernos sistemas de prevención de las Mutuales y lo más grave, se olvidó del paciente, objeto de toda política pública en salud.

La salud es “equilibrio orgánico” y la Organización Mundial de la de la Salud desde 1948 la define como “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente de ausencia de afecciones o enfermedades”. Hay diferentes visiones entre los salubristas públicos, economistas, médicos, profesionales de la salud en la forma cómo enfrentar la solución para tener un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud, que es un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La Constitución no soluciona los problemas de la Salud y es extraordinariamente grave para los pacientes fijar políticas públicas en la solución de los problemas de la salud sin una visión de Política de Estado que oriente los recursos, siempre escasos, en forma eficiente. En Chile, cómo en todos los países de desarrollo relativo existen sistemas mixtos donde el Estado tiene un rol sustantivo, pero es complementado con sistemas de prevención y seguros privados. Establecer que el monopolio Estado va a solucionar los problemas de la salud es un error grave que va a incrementar severamente la solución en las atenciones de las enfermedades en los pacientes, va a aumentar las listas de espera y va a aumentar el fallecimiento de pacientes. Una política pública adecuada para que todos los chilenos tengan un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud sin carencias ni exclusiones es algo muy distinto que fijar un monopolio del Estado en la salud eliminando el derecho de los pacientes de elegir libremente el prestador mediante seguros públicos o privados. ¿Tienen Derechos Humanos estos pacientes eternamente postergados, generalmente los más desposeídos? ¿Quién responde?

En mi opinión, la Constitución debe establecer un marco regulatorio en base a ciertos principios de la seguridad social moderna en un concepto de Política de Estado.

Primero: se debe fijar constitucionalmente que el eje central de toda política pública en salud debe ser la persona (o paciente) quien debe tener la libertad de elegir libremente el prestador mediante un seguro público o privado sin exclusiones y el Estado debe garantizar este derecho a un acceso igualitario y oportuno a los servicios de salud (muy obvio pero la discusión académica se olvida).

Segundo: es el Estado por intermedio del Ministerio de Salud es el rector responsable de establecer las políticas públicas del sector bajo cuyo mandato se coordina toda la red hospitalaria pública, privada, mutuales de Seguridad, Hospitales de las FFAA en un irrestricto respeto al medio ambiente y su entorno. El Estado se debe organizar de acuerdo a los tiempos actuales incorporando la tecnología que permitan enfrentar en mejor forma las enfermedades actuales.

Tercero: la prevención debe ser el eje de toda política pública en salud estableciendo un “Sistema Nacional Preventivo en Salud” dependiendo del Ministerio de Salud y canalizando la Salud Primaria, los Centros de Salud Municipales, Consultorios, Mutuales, programas deportivos usando la tecnología y programas preventivos focalizados.

El éxito de una buena política pública en salud debe tener como eje central ser tratada como Política de Estado, modernizando severamente el Sector Público de acuerdo a los tiempos actuales incorporando la tecnología en planes preventivos donde debe estar el foco del gasto, fomento del deporte, seguros públicos y privados que compitan subsidiando a los más desposeídos que garanticen sus derechos, fortalecimiento del plan Ges en ayuda directa a los pacientes, un política de medicamentos en que el Estado corrija las distorsiones del mercado otorgando subsidios directos, un seguro catastrófico universal y un Estatuto de los Trabajadores de la Salud que los proteja son ejes centrales de una política pública en salud que efectivamente permita tener un acceso igualitario y oportuno a la salud.

Aprovechemos esta oportunidad en avanzar en la solución y no seguir estancados en conceptos de la seguridad social de los 50´s superados por la modernidad, las enfermedades y la tecnología.





Ing. Jaime Calderón Riveros

Santiago, abril, 2022